Cuernavaca. El boxeador morelense Ángel Payán Castillo abre su corazón y rememora lo difícil que ha sido sobrepasar la pérdida de dos importante personas para él. Ahora, ha transformado el dolor en motivación para que siga creciendo su carrera.
El pugilista hace doble esfuerzo para seguir con sus entrenamientos en la capital, además de asegurar que todo le ha costado y ha venido desde abajo para cumplir sus sueños.
“La pérdida de mis seres queridos (hija y entrenador) son huellas que quedan de por vida, cosas que no se olvidan.
“Eso me inspira también para que yo como persona valore la vida y trate de sobresalir”, declaró a Diario de Morelos.
Miguel Ángel, con el apoyo de sus padres, finalizó la preparatoria, además se considera una persona con valores, los cuales se los han inculcado sus profesores y entrenadores.
“La educación es el tesoro más grande que puede tener una persona, porque alguien con educación y valores es una persona que vale muchísimo moralmente”, aseguró.
En la vida, Miguel sabe que hay deportistas que lo tienen todo, como dinero y equipo para entrenar, sin embargo, el púgil ha venido desde abajo por lo que, lo mucho o poco que ha conseguido, lo valora al doble.
“Yo creo que cuando tú sabes valorar lo poco o mucho que llegas a tener, valoras todo lo demás, valoras a las personas a los seres queridos y tratas de salir adelante, porque todo lo que empieza tiene que terminar”, mencionó en entrevista.

Su llegada al box
Originario de Axochiapan, Morelos, Miguel Ángel recordó que fue una pelea entre Antonio Margarito y Manny Pacquiao lo que hizo que le tomara gusto al boxeo, además agarró como referencia al boxeador filipino al considerarlo un deportista humilde y sencillo.
“En una ocasión unos muchachos me pegaron en la primaria me dejaron mi ojo hinchado y yo quería aprenderme a defender fue cuando me acerque al boxeo.
“Ahora me siento muy capaz y yo sé que eso me va a llegar a mi tiempo (ser campeón mundial) siempre y cuando nos estemos preparando porque la disciplina es lo más importante”, recalcó.
Aunque el morelense reconoce que aún mantiene los nervios y a veces miedo antes de subir al ring, ya tiene claro que es lo que lo motiva para salir con el brazo arriba durante todos sus combates.
“En el primer round me viene el recuerdo de todas las personas que me rodean en mi círculo tanto como las personas que me dieron los consejos en todo y es cuando explota eso y te da motivos para pelear”, concluyó el boxeador.
Por último, Miguel Ángel espera regresar a la actividad en cuatro meses, mientras se adapta a su nuevo entrenador.

Cuernavaca.- Actualmente Miguel Ángel viaja con frecuencia a la Ciudad de México, además de impartir clases gratuitas en la zona oriente del Estado de Morelos, lo que ha despertado su interés por ayudar a los jóvenes de su comunidad.
“Ahorita estoy implementando clases gratuitas de boxeo en mi comunidad (...) y pues me siento contento ayudando a jóvenes.
“Quiero ser campeón del mundo si Dios me lo permite y me gustaría ser Presidente para acercarme a los jóvenes para que no caigan en las drogas”, aseguró.
En su visita a esta casa editorial, Ángel aprovechó para mandar un mensaje a todas las personas que están pasando por un mal momento.  
“Puedo decirles que la vida es un regalo que tenemos que aprender a valorar y a perseguirla día con día. A veces duelen las heridas del corazón, pero tenemos lo más importante que es a Dios”, subrayó el pugilista.
 

Diego García Cruz
Staff Diario de Morelos
diego.garcia@diariodemorelos.com

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