Hugo Romero es su protector, y lo trata como a un hijo; nos dice que varias veces ha querido deshacerse del can, pero siempre acaba por volver con él

CUERNAVACA,  MORELOS.- Esta es la conmovedora historia de un perrito mediano de color canelo, llamado el El Chilaquil; el señor Hugo Romero Salinas, comentó, “Le puse así a petición de unos clientes que lo visitan por las mañanas, aquí en el estacionamiento del Oxxo, pues tiene la quijada achatada”.

Este can ha sobrevivido, al maltrato, al estar sin comer y haber sido abandonado, no una, sino dos veces, y volver de nuevo, gracias a sus ganas de vivir;  nos cuenta don Hugo, “Este perro llego a mi solito aquí al lugar donde trabajo, pero por falta de recursos, lo he querido abandonar dos veces, pero el perro vuelve otra vez conmigo”.

Don Hugo Romero, relata, “Una vez me lo lleve de aquí, del Oxxo del Miraval, al centro, por el rumbo de la Catedral y allí lo deje; me dio mucha tristeza hacer eso y pues yo me regresé en la ruta, y al cabo de unas horas el perro ya estaba de vuelta aquí; me quede consternado”.

“A los tres días, otra vez me lo llevé para perder otra vez al animal; esta vez me lo llevé hacia la colonia Buena Vista, allí lo abandoné a su suerte y me regresé a mi lugar de trabajo, que es en el estacionamiento del Oxxo del Miraval; allí soy el viene, viene, y apenas me gano unas monedas; aparte, ayudo a los comerciantes de la zona a poner sus locales y me dan propina”.

Añade Hugo, “Grande fue mi sorpresa que en el mismo día, el perro ya estaba de vuelta, en donde yo estaba, ósea de vuelta en el Oxxo del Miraval; la verdad no lo podía creer, para mí fue un golpe a mis sentidos y lo tomé en mis brazos con lágrimas en los ojos y le dije, no te vuelvo a abandonar, lo juro”.

Finaliza Hugo Romero, de 51 años de edad, “Ahora pido a la gente que me apoye, no a mi, sino a mi perrito; puden traer croquetas o comida para él, y si se puede para mí, pues bienvenido; es que la comida para ambos sale muy cara y muchas veces no tenemos suficiente para comer ambos. El Chilaquil me ha cambiado la vida y ya lo veo como un hijo; siempre me acompaña acá en mi trabajo”, concluyó.

Por: Luis Flores / luis.flores@diariodemorelos.com

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