El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reactivado una antigua propuesta para imponer un impuesto del 5% a las remesas enviadas por migrantes desde territorio estadounidense. Esta medida, que forma parte de una reforma fiscal más amplia, ha sido aprobada por el Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes y se espera que sea votada en el pleno antes del 26 de mayo.
Aunque la propuesta no menciona explícitamente a México, este país sería el más afectado, ya que en 2024 recibió más de 64 mil millones de dólares en remesas, superando ingresos por exportaciones agrícolas, turísticas y petroleras. El impuesto impactaría a más de 40 millones de personas, incluidos residentes permanentes y titulares de visas temporales, pero excluye a ciudadanos estadounidenses.
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, ha calificado la propuesta como "inaceptable" e "inconstitucional", argumentando que los migrantes ya contribuyen fiscalmente en Estados Unidos. Además, expertos advierten que la medida podría incentivar el uso de canales informales para el envío de dinero, afectando gravemente a las familias receptoras, especialmente en zonas rurales marginadas.
Esta iniciativa ha generado tensiones diplomáticas entre México y Estados Unidos y ha provocado divisiones incluso dentro del Partido Republicano, que controla el Congreso. La propuesta, que se remonta a la campaña presidencial de Trump en 2015, busca utilizar las remesas como herramienta para financiar políticas migratorias, como la construcción de un muro fronterizo.
El debate continúa mientras el Congreso se prepara para votar la reforma fiscal, en un contexto de creciente preocupación por las implicaciones económicas y sociales de gravar las remesas.
