El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, anunció que los vehículos ensamblados en México y exportados a Estados Unidos pagarán un arancel promedio del 15%, en lugar del 25% que se aplica a otros países. Esta medida representa una ventaja competitiva significativa para la industria automotriz mexicana en el mercado estadounidense.
La reducción arancelaria se debe a los beneficios establecidos en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que permite descuentos proporcionales en función del contenido regional de los vehículos. Específicamente, se descontará el valor de las autopartes de origen estadounidense integradas en los automóviles exportados desde México.
Ebrard destacó que esta medida es una "gran ventaja" para México en comparación con otros países que enfrentan aranceles del 25%. Sin embargo, subrayó la importancia de que las empresas automotrices cumplan con las normas específicas del T-MEC para beneficiarse de esta reducción. Las compañías deben certificar el porcentaje de contenido estadounidense en sus vehículos y renovar esta certificación cada seis meses. En caso de incumplimiento o errores en la certificación, podrían aplicarse retroactivamente los aranceles completos del 25%.
Esta decisión se produce en un contexto donde Estados Unidos, bajo la administración del presidente Donald Trump, impuso un arancel del 25% a todos los vehículos importados a partir de abril de 2025. No obstante, gracias a las disposiciones del T-MEC y las negociaciones bilaterales, México ha logrado una excepción parcial que beneficia a su sector automotriz.
La industria automotriz mexicana, que representa más del 30% de las exportaciones totales del país, se ve fortalecida por esta medida. Se espera que la reducción arancelaria impulse la producción y exportación de vehículos, consolidando a México como un socio clave en la cadena de suministro automotriz de América del Norte.
