El conflicto entre Armenia y Aserbaiyán tiene muchos años, Quienes se están disputando una frontera entre ellos llamada Nagorno Karabaj, los que últimamente están enfrentados desde que la URSS se desintegró para llamarse República Democrática de Rusia.

Ambos países se acusan mutuamente de haber comenzado este domingo 27 de septiembre las hostilidades militares que pondrían llevar a una escalada mundial. Armenia está respaldada por Rusia y Aserbaiyán por Turquía.

¿De qué se trata el conflicto de Armenia - Aserbaiyán? Existe un odio ancestral entre las dos naciones en especial por ser un lugar estratégico para todos los países de la región. Quien comenzó este conflicto bélico fue Armenia con el deseo de unirse más a los intereses de Rusia, pero el resto de las naciones ya están preparando las conversaciones para que haya primero un alto al fuego y después la firma de una paz duradera.

Una guerra en el medio oriente y en el Asia Europea sería fatídica para el mundo entero y, aunque Trump desea que exista el conflicto, la presión de la clase política demócrata, ha presionado a Trump a ser un país pacífico en un problema internacional como lo es la pandemia del coronavirus. (El presidente Donald Trump acaba de estar internado en un hospital por haber contraído el virus de Covid-19) 

 Vladimir Putin, presidente de Rusia estuvo en contacto con el primer ministro de Armenia Nikola Pashinian quien se mostró “muy preocupado por la reanudación de los combates y señaló que es indispensable parar esa confrontación y lo principal, establecer un alto al fuego”.

De parte de Turquía, el presidente Recep Tayyic Erdogan se puso en contacto con el presidente de Aserbaiyán, a la vez que prometió “poner fin a la ocupación de territorios de su país Azerbaiyán e informó de los bombarderos que destruyeron doce baterías antiaéreas del enemigo, dando inicio de los combates del domingo pasado.”

Como siempre, Armenia y Azerbaiyán se acusan mutuamente de haber empezado la confrontación, la que Armenia declara que en 1991 los habitantes de Nogorno Karabaj declararon su independencia y al no haber devolución, Armenia destruyó un tanque azerí en la franja fronteriza de Nagorno y Azerbaiyán, como parte de esa escisión, perdió siete distritos adyacentes ocupados por el ejército armenio como “franja de seguridad”.

La guerra de finales de 1993 por la guerra para ganarse Nagorno Karabaj, hubo 30 mil muertos, muchos heridos, y pueblos tomados por las dos partes, además de varios helicópteros derribados. Desde entonces las relaciones diplomáticas han sido nulas.

El problema de esta guerra es que Rusia y Turquía pueden comenzar a involucrarse en una confrontación peligrosa, ya que Turquía está siendo animado por Estados Unidos y a Azarbaiyán lo respalda Rusia, quien está interesado en conservar a un aliado estratégico en la región, además que también tiene bases militares en Armenia.

Ni a Moscú ni a Ankara les conviene la guerra, ya que Azerbaiyán es miembro de la OTAN y no quieren nada contra ella porque, además de la guerra de estas dos naciones, Rusia y Turquía esperan que no haya conflictos que involucraría a Estados Unidos, de seguro a Francia, Alemania y la Gran Bretaña, mientras Rusia y China que buscan la hegemonía mundial, estarían en medio, después de haber ayudado a Siria, Pakistán, Venezuela y Nigeria en los conflictos de estos con EEUU.

Además Rusia, China e Irán están a punto de tener un poder decisivo en el mercado mundial energético. Se trata una parte de los recursos energéticos más cuantiosos del planeta, por tanto, China y Rusia han firmado unos  tratados por separado con Irán, los cuales pueden ser la base del quiebre del Orden Mundial. 

El acuerdo con Rusia no sólo es de colaboración militar, sino la entrega de lo último que existe en tecnología, mientras China le prestó 400 mil millones de dólares a Irán para que los use en el desarrollo de su infraestructura, sus sistemas de comunicación y para las ramas básicas industriales, así mismo acordó lineamientos para la cooperación directa militar y su respectiva logística. A cambio, China tendrá acceso a sus recursos energéticos y de minería, Irán pasa en términos económicos y militares a formar parte de la zona de influencia en esa peculiar combinación Rusia y China que han urdido a lo largo de los últimos 10 años y ahora ya lo vino a completar Irán para cubrir  todo el medio oriente, aunque no se sabe cómo va a responder Israel.

El problema de Rusia, China e Irán es el presidente Trump a quien le falta un año para dejar la presidencia y en un momento de desesperación prender más fuerte el fuego entre Armenia y Azerbaiyán para lograr una contienda de mayor envergadura, porque es una de las últimas cartas que tiene bajo la manga y así poder entrar contra Venezuela, meterle miedo al pueblo estadunidense y ganar las elecciones a sabiendas que si llega Biden al poder este buscará la paz y con ello la supremacía de la economía y la militarización mundial.

La dupla Rusia China, ya han decidido que cualquier negociación con el exterior tendrá que hacerse en la moneda del país que haga la transacción pero ya no se va a efectuar con el dólar, el que ha perdido su valor como moneda base. Durante la presidencia de Richard Nixon gracias a la supremacía económica y mundial de EEUU, en 1971 logró el cambio de que en cada país cuya moneda estaba respaldada por el oro, ahora las monedas de uso estarían apoyadas por el patrón dólar. 

De seguro que Trump va a seguir olvidando la pandemia Covid-19 (el que a él mismo ya le acaba de dar) y de sus muertos para recuperar la economía de Estados Unidos a base de una de sus más peligrosas argucias, la continuidad de sus mentiras, sólo que ahora el conflicto no va a poder esperar, porque los productores de armas esperan “ayudar a implantar la democracia” a la parte  donde ya tienen encendida una pequeña flama y echarle más leña al fuego con el pretexto de castigar a China por haberles llevado el coronavirus a su país y a Venezuela para sacar a Maduro para quedarse con su petróleo y sus minas.

A defender a Bielorusia y a Putin, quienes ya se reeligieron como dictadores por otros 26 años más y “salvar al puebla ruso y a los bielorusos”

Y como ni Rusia, ni China, ni Irán quieren una guerra de destrucción total, habrán negociaciones con Trump.

Ahora están presentándose problemas por todo México: el asunto del pleito político que Chihuahua ha hecho con lo del agua, el envío de tres mil gentes que Honduras “no” pudo detener ni Guatemala tampoco y están llegando a México. ¿Quién los habrá mandado? 

La Suprema Corte de Justicia ya aceptó que el pueblo de México haga la consulta sobre los corruptos de administraciones pasadas. La SCJ cambió el texto que el presidente Andrés Manuel López Obrador había enviado.

Y todo esto en medio de una posible guerra mundial de la que sueñan los belicosos y que nadie quiere.  

Por: Rafael Benabib / rafaelbenabib@hotmail.com

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