En su infancia, Lee Eun Hae conmovió a Corea del Sur. Apareció en televisión como la hija que cuidaba con dedicación a sus padres, ambos con discapacidad, y que vivían gracias a la ayuda comunitaria. Su historia parecía inspiradora. Años después, esa imagen se derrumbaría para siempre.
Un pasado de engaños y fraudes
La emisión del programa Preguntas sin respuesta destapó un historial criminal:
Fraudes amorosos: intentó casarse con varios hombres usando identidades falsas y contratando personas para hacerse pasar por su familia.
Robos en moteles: durante su adolescencia atraía a hombres para despojarlos de sus pertenencias.
Manipulación psicológica: ejercía control y presión sobre Yoon, llevándolo a endeudarse e incluso a considerar vender sus órganos.
El juicio y la condena
En 2023, la Corte Suprema de Corea del Sur la declaró culpable de asesinato y confirmó la cadena perpetua para Lee Eun Hae. Su cómplice, Cho Hyun-soo, recibió 30 años de prisión. El tribunal también anuló el matrimonio al determinar que nunca hubo intención real de vida conyugal, ya que ella convivía con otra persona. Asimismo, se le negó el cobro del seguro de vida por fraude.
Vínculos inquietantes desde prisión
Durante su reclusión, salió a la luz que Lee intercambió cartas con Cho Joo-bin, el autor del escándalo digital Nth Room. En esas misivas discutían estrategias legales y métodos para evadir responsabilidades.
Una doble vida al descubierto
De ejemplo de superación a una de las criminales más temidas de Asia, el caso de Lee Eun Hae es un recordatorio de cómo la ambición y el engaño pueden esconderse tras una fachada de inocencia. Su historia sigue generando debate en Corea del Sur sobre la manipulación emocional, los fraudes por beneficio económico y los vacíos en la protección de las víctimas.
