En medio de la preocupación global por la viruela del mono, declarada emergencia sanitaria mundial, se hace imprescindible comprender sus manifestaciones clínicas para un diagnóstico temprano y preciso. Uno de los síntomas más característicos de esta enfermedad es la aparición de lesiones cutáneas, comúnmente referidas como ‘granos’, que evolucionan a través de varias fases hasta convertirse en costras.

La Federación de Asociaciones Científico Médicas de España (FACME) ha publicado una guía que busca ayudar a los médicos y pacientes a diferenciar las lesiones cutáneas causadas por la viruela del mono (Mpox). Este documento proporciona una descripción detallada de las lesiones, acompañada de imágenes que permiten identificar las distintas etapas de la enfermedad.

El primer indicio de la viruela del mono suele ser la aparición de una mancha cutánea de color rosáceo, que se manifiesta inicialmente en la boca y la cara. Esta mancha puede propagarse a otras partes del cuerpo, incluyendo la palma de las manos, la planta de los pies, las mucosas y la conjuntiva ocular.

Las lesiones pueden ser únicas o estar agrupadas en zonas específicas, a menudo en áreas de contacto como la boca o los genitales. La evolución de estas lesiones sigue un patrón predecible, pasando por varias etapas:

  1. Mácula Eritematosa:  La lesión inicial es una mancha eritematosa no palpable, de pocos milímetros, que marca el comienzo de la infección cutánea.
  2. Pápula: A medida que la infección avanza, la lesión se convierte en una pápula bien delimitada y palpable, también de pocos milímetros.
  3. Vesícula: La siguiente etapa es la formación de una vesícula, una lesión elevada, bien delimitada, con contenido líquido claro y menor de un centímetro de diámetro. Es común que estas vesículas presenten una depresión central, conocida como umbilicación.
  4. Pústula: Posteriormente, la vesícula evoluciona a una pústula, que es una lesión elevada y bien delimitada con contenido purulento.
  5. Costra: Finalmente, la pústula se seca, formando una costra que indica el inicio de la fase de curación.

Según la guía de FACME, la evolución de las lesiones cutáneas es relativamente rápida. En un período de tres a cinco días, una mácula puede progresar hasta convertirse en una costra. Sin embargo, las lesiones no aparecen todas al mismo tiempo; surgen en brotes sucesivos que se desarrollan en un lapso de uno a dos días, pasando por las distintas fases descritas.

El proceso completo de la enfermedad, desde el inicio de los síntomas hasta la resolución de las lesiones, puede durar entre dos y cinco semanas. Durante este tiempo, es posible observar lesiones en diferentes estadios de evolución en distintas partes del cuerpo, lo que complica el diagnóstico diferencial.

La identificación precisa de las lesiones cutáneas es crucial para el manejo adecuado de la viruela del mono. Dado que la enfermedad puede presentar síntomas similares a otras infecciones virales, como la varicela o el herpes, la guía de FACME es una herramienta valiosa para los profesionales de la salud.

La presencia de lesiones en distintas etapas en diferentes localizaciones del cuerpo es un signo distintivo que puede ayudar a diferenciar la viruela del mono de otras enfermedades. Sin embargo, el diagnóstico definitivo debe basarse en la combinación de la evaluación clínica y la confirmación mediante pruebas de laboratorio, como la PCR.

Además de las manifestaciones cutáneas, los pacientes con viruela del mono pueden experimentar otros síntomas como fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y fatiga, que también deben considerarse en el contexto clínico.

La viruela del mono representa un desafío significativo para la salud pública a nivel mundial. La capacidad de reconocer y diferenciar las lesiones cutáneas asociadas con esta enfermedad es fundamental para un diagnóstico temprano y un tratamiento eficaz. La guía elaborada por la Federación de Asociaciones Científico Médicas de España proporciona un recurso esencial para los médicos y pacientes, ofreciendo una descripción clara y detallada de la evolución de las lesiones, lo que facilita la identificación y el manejo adecuado de la enfermedad.

Con la propagación continua de la viruela del mono, es crucial que tanto los profesionales de la salud como el público en general estén informados y preparados para reconocer los signos de esta enfermedad. La educación y la concienciación son herramientas poderosas en la lucha contra esta emergencia sanitaria global, y recursos como la guía de FACME son pasos importantes en esa dirección.

 

septiembre 2024  - CDI Morelos

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