La enemistad de décadas entre Roger Waters y David Gilmour, líderes de la banda Pink Floyd, continúa, y parece haber llegado a un punto sin retorno.
Roger Waters y David Gilmour tienen una disputa pública que parece interminable; todo comenzó hace más de 40 años, cuando los problemas causados por la dirección creativa de la banda llevarían a Waters a abandonar el grupo.
El bajista y co-vocalista demandó a sus excompañeros de banda para disolver el grupo y evitar que continuaran usando el nombre de Pink Floyd. La demanda se resolvió fuera de juicio en 1987, pero las tensiones continuaron, tanto en la prensa como en privado.
Un respiro breve llegaría en 2005, cuando la banda se reunió para tocar en el concierto benéfico Live 8, e incluso ambos tocarían juntos en 2010 en un concierto activista a favor de la causa palestina, y en 2011 en la gira “The Wall”, sin embargo, desde entonces, los ataques de ambos lados no han cesado hasta la fecha.
Hoy, parece que el daño es irreparable, ya que la aclamada novelista Polly Samson, esposa de Gilmour, ha expuesto públicamente hace algunas horas su opinión sobre Roger Waters.