El pasado 1 de mayo, el Gobierno de México anunció oficialmente el inicio de la transición hacia una jornada laboral de 40 horas semanales, un cambio histórico que se implementará de forma gradual hasta 2030.
Esta modificación, que responde a la demanda de mejores condiciones laborales, ha generado varias dudas entre trabajadores y empresas, especialmente sobre cómo se reorganizará la semana laboral y cuál será el nuevo día de descanso.
¿Qué cambiará con la jornada de 40 horas?
Actualmente, muchas empresas operan con 48 horas semanales, distribuidas en seis días de trabajo y un día de descanso obligatorio, generalmente el domingo.
Con la reducción a 40 horas semanales, los esquemas laborales deberán ajustarse. Una de las propuestas más viables es adoptar la fórmula de cinco días de trabajo y dos días de descanso (5x2), manteniendo jornadas de 8 horas diarias.
En este escenario, el sábado podría convertirse en el nuevo día de descanso, lo que permitiría a millones de trabajadores disfrutar de fines de semana completos.
¿Qué pasa si trabajas en sábado o domingo?
Comercio, servicios y atención al público seguirán requiriendo personal en sábado y domingo.
En estos casos, la Ley Federal del Trabajo establece que los trabajadores deberán gozar de su descanso en otro día de la semana.
Actualmente, quien labora en domingo recibe una prima dominical del 25% sobre su salario diario. Si el sábado se oficializa como día de descanso, podría establecerse una compensación similar.
Además, si un trabajador presta sus servicios en su día de descanso obligatorio, tiene derecho a recibir el doble de su salario diario. Si coincide con un día festivo oficial, el pago se eleva al triple.
¿Existen otras propuestas?
Aunque la propuesta de 5x2 es la más popular, otras opciones en discusión son:
- Seis días de trabajo con jornadas de 6 horas y 40 minutos.
- Cuatro días de trabajo con jornadas de 10 horas, sumando tres días de descanso consecutivos.
Estas alternativas se analizarán en los foros públicos convocados por el Gobierno, a partir del 2 de junio, con la participación de trabajadores, empresarios y especialistas.
Implementación gradual hasta 2030
La transición hacia la jornada de 40 horas se realizará de forma progresiva, para adaptarse a las realidades de cada sector económico.
Aún quedan detalles por definir sobre su aplicación práctica.