Cuernavaca.- El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Antonio Sánchez Purón, reconoció que muchos empresarios aún no entienden el nuevo modelo de justicia laboral, pero tienen confianza en que será un sistema más justo para todos y, sobre todo, que pondrá fin a la especulación que significaron, durante años, las demandas laborales.
“Muchas de las situaciones se alargaban porque se aprovechaban todos los plazos y esto conllevaba tener que pagar altos montos de salarios caídos, o la reinstalación con la penalización del pago de los salarios”, recordó el empresario.
Desde 2012, el acumulado de salarios caídos que muchos trabajadores aspiraban recibir, tras interponer una demanda laboral, principalmente por despido injustificado, empezó a ser cosa del pasado, pero los expedientes que fueron promovidos antes de ese periodo conservaron el derecho.
El sector servicios -comercial y restaurantero-, fue de los más afectados, y queja constante de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), de los presuntos arreglos previos entre abogados laboralistas y trabajadores que acumulaban demandas en contra de ex patrones.
Dijo que estas acciones se fueron acotando con la reforma laboral de 2012, pero se mantuvo la queja sobre una justicia laboral que no terminaba de ser equitativa tanto para patrones, como trabajadores, y muchos de los asuntos estuvieron migrando a la justicia federal.
Ahora, el nuevo modelo “nos da la oportunidad de conciliar sin entrar a un juicio, y solo ante posiciones radicales de alguna de las partes, tendremos que enfrentar un juicio”, expuso.
“Esto nos permitirá una etapa de conciliación en la que se privilegie esa posibilidad y sobre todo, poder llegar a arreglos en los que el trabajador obtenga lo que por derecho le corresponde y los patrones no tengamos que devengar cantidades económicas que, muchas de las veces, ponen en riesgo el mismo patrimonio”, declaró.
Recordó el caso del hotel Ilebal, en Cuernavaca, como el caso más emblemático que se registró, de la pérdida del patrimonio a consecuencia de un conflicto laboral.
Por: ANTONIETA SÁNCHEZ antonieta.sanchez@diariodemorelos.com