En años recientes se emitieron serias y fundadas declaraciones en el sentido de que la población mundial había ya sobrepasado su límite para vivir en armonía con la naturaleza, misma que se ha visto degradada con el cambio climático, la escasez de agua, sus consecuencias como con la economía, temas, que además, ya habían sido tratados desde los años sesenta en una serie de películas del futuro que desde entonces ya se advertía. Bill Gates –por ejemplo- habló de una sobrepoblación y que era necesario disminuirla, después sacó su vacuna; David Rockefeller dijo que ya estábamos al borde de una transformación mundial, que todo lo que se requería era una gran crisis que las naciones deben aceptar como un nuevo orden mundial; Henry Kissinger; “Mucha gente va a morir cuando se establezca un nuevo orden mundial”;  el magnate Ted Turner fundador de la CNN, dijo que ya se necesitaba reducir la población; Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo y ex Directora del Fondo Monetario Internacional, aseguró que “los ancianos viven demasiado, y eso es un riesgo para la economía mundial. Tenemos que hacer algo y ya!”. En septiembre de 2019 expertos de la OMS alertaron de una próxima pandemia de un patógeno respiratorio, y tres meses después se identificó al coronavirus. Luego entonces, parece que esta pandemia no es una casualidad, de los dichos se pasó a los hechos.

Jacques Attali –economista, consultor y polímata con grandes conocimientos en diversas materias científicas y humanísticas, asesor del presidente francés François Mitterrand, escribió en 1986, y lo refrenda en un fragmento en su libro “Breve historia del futuro”, publicado en 2006;

“En el futuro será cuestión de encontrar la forma de reducir la población.  Empezaremos por la gente mayor, porque en cuanto supera los 60-65 años vive más de lo que produce y le cuesta caro a la sociedad. Luego los débiles y luego los inútiles que no aportan nada a la sociedad porque cada vez serán más, y sobre todo finalmente los estúpidos. La eutanasia deberá ser un instrumento esencial de nuestras sociedades futuras en todos los casos. Por supuesto, no podremos ejecutar personas ni organizar guetos. Les haremos creer que es por su propio bien. Una población demasiado grande, y en su mayoría innecesaria, es algo demasiado caro. Socialmente, también es mucho mejor que la máquina humana se detenga abruptamente en lugar de deteriorarse gradualmente. No podremos hacer pruebas de inteligencia en millones y millones de personas, para ver quiénes son todavía útiles a la sociedad. Encontraremos algo o lo causaremos; una pandemia que apunte a ciertas personas, una crisis económica real o no, un virus que afectará a los mayores, los débiles y los miedosos sucumbirán. El tonto lo creerá y pedirá ser tratado”.

Por otra parte, Mike Yeadon, científico, y por muchos años vicepresidente de Pfizer  exhorta a los que aún no han sido inyectados con el compuesto a que luchen por la continuidad de los seres humanos, y por la vida de sus hijos. 

El destacado inmunólogo habla de un proceso que irá matando a la gran mayoría de las personas de la tercera edad que están sanas. Se están desarrollando –otras-  vacunas complementarias para provocar paulatinamente la degradación de órganos específicos”. 

El especialista Yeadon afirma que el objetivo final del régimen de vacunación administrado actualmente sólo puede ser un evento de despoblación masiva. 

Agrega que “es absolutamente innecesario vacunar a la población para acabar con esta pandemia, debido a que otros coronavirus ya están circulando en la población”. 

Con esta declaración, se han visto afectados grandes intereses, por lo que en respuesta, se han publicado noticias que niegan lo dicho por Yeadon.  

La llamada “vacuna” no garantiza inmunidad, así lo aceptan las farmacéuticas que la producen y que solo reduce los efectos, aunque se necesita de años para poder comprobarlo. 

El virólogo investigador valenciano Rafael Sanjuán, apoyado por la UE para investigar virus peligrosos, asegura, “los coronavirus mutan mucho, la mayoría son irrelevantes e inofensivos, pocos son los transmisibles pero muy resistentes a los fármacos”. Ya están en proceso nuevas vacunas para las nuevas mutaciones.

El tema ha sido muy polemizado, el caso es que los gobiernos del mundo, están exigiendo “el pasaporte –comprobante- de vacunación” y pruebas negativas para entrar a sus países.

La información, nunca está de más para quienes quieran y puedan analizarla. Cuando aparece una noticia comprometedora, que pudiera ser verídica o falsa, aparecen otras negando lo dicho, sin embargo habrá de analizarse cuál de las dos sería la confiable.

Cada persona debe tomar su propia decisión. En México, el 30 por ciento de la población de 60 años o más decidió NO vacunarse según datos dados en las mañaneras. 

Muchos tienen inmunidad natural, o pueden evitar la enfermedad con alimentación indicada, y en su caso, con los primeros síntomas hay tratamientos con resultados efectivos comprobados.

NOTA; La reciente derrota del gobierno socialista en Madrid este 3 de mayo, se suma a las nuevas derrotas de gobiernos socialistas-populistas en Latinoamérica.  

P. D. Hasta el otro sábado

Por: Carlos Lavín Figueroa / carlos_lavin_mx@yahoo.com.mx

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