Destacado, y en cierta medida, olvidado personaje morelense es la profesora Dina Querido Sámano, originaria de Alpuyeca Morelos donde nació el 15 de mayo de 1885, mujer de lucha, participó de la Revolución con el General Emiliano Zapata, fundadora de escuelas donde se enseñaba a hijos de los revolucionarios. Sus hechos de armas, los consigna el “Diccionario Bibliográfico de las Revolución   Mexicana” en   el   capítulo   cuarto   editado   por   la   Secretaría   de Gobernación del Gobierno Federal. En la lucha revolucionaria conoció al que fuera su esposo General Manuel Moreno Rodríguez.
Cuando Cuernavaca fue evacuada por órdenes de Carranza de febrero de 1917 hasta diciembre del ’18, la profesora Querido se trasladó a la ciudad de México, donde logró un salvoconducto para que dejaran en libertad 200 presos políticos que se encontraban detenidos y sentenciados en Jojutla Morelos.
En los hechos   históricos   de   la   famosa matanza   de   Huitzilac en 1927, la profesora Dina Querido, ocultó, con el riesgo que le representaba, durante dos meses en su casa al intelectual Francisco J. Santamaria, casa que se encontraba en la esquina de calle Guerrero y Degollado en Cuernavaca, propiedad que la profesora donaría después para la iglesia que ahí se encuentra.
El dos de octubre de ese año, fueron detenidos en Cuernavaca, el opositor candidato presidencial antirreeleccionista General Francisco R. Serrano y sus simpatizantes -dentro de los que estaba Francisco J. Santamaria- por estar en contra del candidato oficialista Álvaro Obregón, de quien había sido su más cercano aliado. Obregón buscaba reelegirse apoyado por Plutarco Elías Calles. Serrano y acompañantes eran llevados detenidos en grupo por la calle de Guerrero, Santamaria se separó ocultándose entre la gente que presenciaba ese acto, que se había dado en el Hotel Bella Vista frente al quisco y en el Hotel Moctezuma en la esquina de Degollado y Matamoros, propiedad de Carlos Lavín Aranda, quien entonces fue entrevistado por el periódico Excelsior por esos hechos. Así, Santamaria fue el único sobreviviente de esa matanza, era un destacado poeta, ensayista, periodista, abogado, filólogo, y lingüista, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, opositor al grupo político de Calles, y amigo y colaborador muy cercano del General Serrano durante su campaña presidencial. La Matanza de Huitzilac ordenada por Calles, está señalada con un conjunto de cruces, que se encuentran todavía por la carretera federal a la Ciudad de México en los límites con Morelos, asesinatos que se cometieron argumentando rebelión y fuera del estado a petición del entonces gobernador quien no quería matanzas dentro del territorio morelense.
Serrano había llegado a pernoctar a Cuernavaca con sus simpatizantes, de paso a la hacienda donde festejaría su “santo” cuando es detenido ese domingo dos de octubre. De acuerdo a testimonios de testigos presenciales, a Serrano y acompañantes se les recluyó en el cuartel de Cuernavaca -que estaba donde ahora es el Museo de Arte Indígena Contemporáneo junto a la Iglesia de Guadalupe en la Avenida Morelos- con la única orden de mantenerles vigilados, Serrano y su gente se encontraban armados y con ciertas comodidades. Al otro día, la tarde del lunes tres de octubre, el día de su cumpleaños, se dio la orden de trasladar a los reos a la Ciudad de México, y en los límites con el Distrito Federal fueron masacrados.
El gobierno federal daba 50 mil pesos oro como recompensa por la cabeza de Santamaria, la profesora Dina Querido no lo entregó, lo protege y lo saca del país por el puerto de Veracruz hacia los Estados Unidos.  Siendo presidente de México Lázaro Cárdenas, perdona a los presos políticos y Santamaria regresa, después, sería designado Senador y Gobernador de Tabasco.
Gente de labranza era la profesora Querido, al término del conflicto armado, el Gobierno Federal le entregó un terreno agrícola, semillas y aperos para sembrar, y un solar donde vivir en la colonia agrícola revolucionaria zapatista José G. Parres de Jiutepec, donde se esforzó por dar educación a los pobladores.
El decreto presidencial del 3 de mayo de 1951 el gobierno federal le otorga a Dina Querido la condecoración al Mérito Revolucionario por sus servicios prestados a la patria. En 1961, promueve la elaboración de desayunos escolares en su casa del Centro de Cuernavaca. El 16 de junio de 1959 Francisco J. Santamaria manda una carta a la profesora Querido donde le informa; “En mi testamento dispongo y otorgo un legado de 50 mil pesos para ti y otro de 15 mil pesos para Manuel”. La profesora Querido, no acepta ese legado.
Fue una luchadora social, ha sido distinguida por historiadores y por el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México -INEHRM; en Morelos no tiene reconocimiento alguno.
La profesora muere con cien años de edad, el mismo día de su cumpleaños, el 15 de mayo de 1985 rodeada de sus hijos en la ciudad de Cuernavaca, sus restos se encuentran en el Panteón de la Paz en Cuernavaca.
+Su descendiente Isaac Moreno Vázquez aportó datos para este relato.

P. D. Hasta el otro sábado

Por: Carlos Lavín Figueroa / carlos_lavin_mx@yahoo.com.mx

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