En medio del dolor que ha dejado la explosión de una pipa de gas en el Puente de la Concordia, en Iztapalapa, trasciende el fallecimiento de Alicia Matías Teodoro, conocida ya como “la abuelita de Zule”, cuyo acto de amor y heroísmo ha conmovido a todo el país.
De acuerdo con testimonios y las imágenes que circularon en redes sociales, Doña Alicia se arrojó sobre su nietecita para protegerla del fuego y la onda expansiva tras la volcadura de la pipa, gesto que fue captado por un policía y un paramédico que corrieron para auxiliarla.
Este momento, descrito por usuarios en redes como “una escena imposible de olvidar”, se convirtió en símbolo de protección y sacrificio. Muchos la recuerdan de rodillas, con el cuerpo como escudo humano, aferrada a salvar a la pequeña en un entorno que parecía el fin del mundo.
Hasta ahora, las autoridades no han confirmado oficialmente el deceso de Doña Alicia, pero múltiples fuentes y publicaciones han difundido que su estado de salud no resistió la magnitud de las lesiones sufridas durante la tragedia.
El sacrificio de Alicia Matías Teodoro se suma a la memoria colectiva como un acto de amor inmortal, en una catástrofe que ya ha cobrado la vida de varias personas y mantiene a decenas más hospitalizadas.
En medio del caos, su nombre resuena como un faro de valentía y ternura, recordando que incluso en los escenarios más oscuros, el amor puede brillar con una fuerza inquebrantable.