La Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF o IPC, por sus siglas en inglés) ha confirmado por primera vez la existencia de una hambruna en la ciudad de Gaza, siendo esta la primera registrada oficialmente en Oriente Medio.
Según este sistema global, la hambruna se declara cuando al menos el 20 % de los hogares atraviesa una escasez extrema de alimentos, el 30 % de los menores sufre desnutrición aguda, y las muertes vinculadas al hambre superan umbrales críticos.
Más de medio millón de personas ya está sufriendo condiciones catastróficas, y se espera que la crisis se extienda a regiones como Deir al-Balah y Khan Younis en las próximas semanas.
Diversas agencias internacionales —incluidas FAO, PMA, OMS y UNICEF— han emitido un llamado conjunto exigiendo un alto al fuego inmediato y un acceso humanitario irrestricto para detener la tragedia y evitar más muertes por inanición.
Este informe representa un hito grave: es la primera vez que se confirma una hambruna en la región de Oriente Medio.
También ayuda a consolidar la presión internacional para responder ante una crisis que, desde hace tiempo, fue anunciada por ONG y organismos de la ONU.
