Cuernavaca.- La madrugada de este jueves, la colonia Santa Martha se despertó con un escenario apocalíptico: la calle San Fernando, arteria vital que conecta esta zona norte de Cuernavaca con Milpillas, quedó convertida en un campo minado de cráteres y asfalto levantado, como si una bomba hubiera detonado bajo el pavimento. Las intensas lluvias de la noche anterior no sólo arrastraron basura y escombros, sino que expusieron una vez más la podredumbre de las obras públicas del Ayuntamiento: materiales de ínfima calidad que se desintegran al primer chaparrón, dejando a vecinos expuestos a accidentes, daños vehiculares y una indignación que ya huele a hartazgo colectivo.
Este no es un incidente aislado, sino el clímax de una saga de negligencia que ha convertido a Santa Martha en el epítome de "Cuernabaches", el apodo sardónico que los cuernavaquenses han acuñado para su capital, donde el 97.9% de la población mayor de 18 años identifica los baches como el principal problema urbano, según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI de julio de 2022 –una cifra que, tres años después, parece subestimada ante la realidad.
La percepción de inseguridad vial ha escalado del 76.8% en 2023 al 83.5% en 2024, con un 31.8% de residentes convencidos de que la situación "seguirá igual de mal" en los próximos 12 meses, y un 20% apostando a que empeorará.
En Santa Martha, esta crisis no es abstracta: es un peligro cotidiano que ha costado miles en reparaciones vehiculares y, peor aún, vidas en riesgo.
¡Amanece destruida!
La calle San Fernando, en la colonia Santa Martha de Cuernavaca, quedó totalmente destrozada tras las fuertes lluvias registradas en las últimas horas. pic.twitter.com/6VlZl0a8rY— Diario de Morelos (@DiariodeMorelos) September 4, 2025
Un Historial de Fallas: Inversiones Millonarias que se Deshacen como Arena
La calle San Fernando, eje de las denuncias, ha sido un pozo sin fondo para el erario público. En febrero de 2024, el Ayuntamiento, encabezado por el panista José Luis Urióstegui Salgado, anunció con fanfarria el arranque de una "rehabilitación integral" con una inversión superior a los 10 millones de pesos, incluyendo pavimentación con concreto hidráulico, drenaje y agua potable.
Para septiembre de ese año, la obra se inauguró como un "triunfo" municipal. Sin embargo, las lluvias de julio de 2024 ya habían expuesto la farsa: una reparación temporal no duró ni 24 horas, con el asfalto levantándose y formando baches que vararon vehículos.
Vecinos como Lidio Aguilar lo resumieron crudamente: "Vienen y hacen un parchecito nada más, y pues no se vale".
Este patrón se repite en toda Cuernavaca. En 2022, el Ayuntamiento gastó 8 millones en pavimentar con una "carpeta demasiado delgada" que se llenó de baches en meses.
En agosto de 2025, lluvias dañaron calles recién entregadas como Pedro Alvarado en Lomas de Cortés, pese a inversiones millonarias.
En Santa Martha, el problema es endémico. Desde 2020, denuncias en redes sociales y medios locales reportan baches en San Fernando que abarcan carriles enteros, arrastrando llantas y hasta vehículos enteros durante tormentas.
En 2021, la Avenida Jacinto Cortéz Jaya mostró deterioro similar. Para 2022, vecinos tapaban hoyos por cuenta propia, cansados de la inacción.
En junio de 2025, las calles San Fernando y San Miguel eran "lagunas" donde "carros caen en los baches, se descomponen", según Francisca, una vecina, quien relató caídas de peatones y gastos de hasta 2,500 pesos en amortiguadores y rótulas.
El Impacto Humano: Daños, Accidentes y una Ciudad en Ruinas
Los baches no son solo estética urbana fallida; son trampas mortales. En Santa Martha, taxis han caído en hoyos durante lluvias, con visibilidad nula por corrientes de agua.
En toda Cuernavaca, reportes de 2024 indican hoyos en avenidas principales como Humboldt y Hidalgo, donde banquetas también se hunden, exponiendo fuentes subterráneas y risking peatones. Un vecino anónimo en redes lo dijo claro: "Cuernavaca tiene más baches que la Luna".
El impacto económico es brutal: residentes pagan de su bolsillo por suspensiones rotas, mientras el Ayuntamiento presume un "programa permanente de bacheo" con brigadas 24/7, que en la práctica son parches efímeros.
Factores agravantes incluyen falta de mantenimiento, aguas subterráneas y ausencia de prevención en temporada de lluvias, como en el reventón de pavimento en 2024.
La Respuesta Oficial: Palabras Vacías y Reparaciones Temporales
Ante el desastre de hoy, el Ayuntamiento respondió con "reparación temporal" en San Fernando, culpando a las lluvias y al "mal estado general" de la vialidad, pese a intervenciones previas.
Esta nota no es solo un relato; es un grito de alerta. ¿Cuántos millones más se derrocharán en obras efímeras? ¿Cuántos accidentes más tolerará el Ayuntamiento antes de priorizar calidad sobre corrupción? Los vecinos de Santa Martha merecen calles dignas, no promesas rotas. Es hora de que el Ayuntamiento de Cuernavaca y su equipo respondan con hechos, no con parches. La capital de la eterna primavera no puede seguir hundida en el lodo de la negligencia.
