Después de que Protección Civil ofreciera el pasado jueves un nuevo plan para salvar a los mineros atrapados en un pozo de carbón en Sabinas, Coahuila, tratando de abrir un tajo de tierra para acceder al lugar donde se piensa que podrían estar.
El día de ayer, el presidente Andrés Manuel López Obrador, dio a conocer que los familiares de los mineros han aceptado el plan de rescate presentado por el gobierno, el cual inicialmente había sido rechazado, puesto que, para hacer el tajo de tierra se tomarían de entre seis a once meses.
Durante un acto público en el estado de Nuevo León, López Obrador mencionó lo siguiente: "Ya hay un consenso, las 10 familias están de acuerdo en que se lleve a cabo este trabajo, y no aceptaban por el tiempo, porque nos va a llevar más tiempo el rescate".
Ante estas declaraciones, López Obrador señaló que buscará “sacar los cuerpos”, sin hacer referencia a la posibilidad de que aún puedan estar vivos. También explicó que su Gobierno consultó con especialistas de Alemania y Estados Unidos, comprometiéndose a trabajar con mucha rapidez y pidió a los ingenieros de la CFE aplicarse en el rescate.
En el consenso, acordaron otorgar los recursos que se requieran y pagar una indemnización a los familiares, enfatizando que dicha indemnización no será una convencional, sino que les van a ayudar a los familiares con más dinero de lo normal.
Este acontecimiento solamente ha vuelto a traer a la mesa del debate la polémica en México por la actuación de las mineras en la región carbonífera, donde se han registrado más de 100 muertes de personas dedicadas a la minería.