El mundo de la música se viste de luto tras la noticia del fallecimiento de Roger Palm, baterista de sesión que fue pieza clave en el sonido del icónico grupo sueco ABBA. Según informó el periódico Aftonbladet, Palm falleció a los 75 años tras una larga lucha contra el Alzheimer, dejando un legado imborrable en la historia de la música pop.
La familia de Palm emitió un emotivo comunicado en el que lo describió como una persona “cálida y humilde”, destacando su gran corazón y lealtad hacia amigos y seres queridos. "Lo extrañaremos mucho y deja un gran vacío detrás de él", añadieron.
Nacido en Suecia, Roger Palm mostró un talento musical innato desde temprana edad, particularmente en la batería. A lo largo de su carrera, se ganó el respeto y reconocimiento como músico de sesión, colaborando con un amplio abanico de artistas y géneros. Palm fue parte de bandas suecas como Gimmicks y Beatmakers, donde perfeccionó su estilo rítmico, ganando un lugar en la escena musical.
Palm hizo su primera incursión en el universo de ABBA en 1971, participando en una sesión con el bajista Mike Watson para un sencillo de Frida producido por Benny Andersson. Durante la década de 1970, su colaboración con ABBA se consolidó, y Palm se convirtió en un componente esencial de algunos de los mayores éxitos del grupo. Aunque Ola Brunkert fue el baterista principal en las grabaciones de ABBA, Palm dejó su impronta en canciones icónicas como Mamma Mia, Dancing Queen, Thank You For The Music y Take A Chance On Me.
La primera colaboración de Palm con ABBA fue en la canción Rock'n'Roll Band en 1972, y desde entonces su estilo distintivo ayudó a definir el sonido de la banda. Sus contribuciones no solo fueron rítmicas, sino también técnicas, creando un impacto que se extendió más allá de la música del grupo sueco.
Más allá de ABBA, Palm colaboró con numerosos artistas de la escena musical sueca, contribuyendo al desarrollo del pop sueco en las décadas de 1970 y 1980. Su habilidad y creatividad en la batería lo convirtieron en una figura influyente, dejando un legado que perdurará en las grabaciones que ayudó a crear.
Uno de sus colaboradores más cercanos, el guitarrista Janne Schaffer, de 78 años, expresó su tristeza tras la pérdida de Palm en un mensaje en redes sociales: "Te extraño, Roger, con tus gritos de alegría en el estudio cuando creábamos música", recordando los momentos compartidos con Palm, especialmente en las colaboraciones con Ted Gärdestad.
La partida de Roger Palm deja un vacío en la música, pero su legado seguirá vivo a través de sus contribuciones al pop mundial y al sonido inconfundible de ABBA, una de las bandas más influyentes de todos los tiempos.