Dos de las tres mansiones lujosas que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) subastará para designar los recursos al combate a las adicciones, estaban en manos de dos políticos mexicanos.

 

El departamento localizado en la calle Cofre de Perote en la Colonia Lomas de Barrilaco de la alcaldía Miguel Hidalgo, de la Ciudad de México, con una superficie de 440 metros cuadrados, cuyo precio se calculó en 21 millones 800 mil pesos, era administrada por la fundación “Camino a casa”, que preside Rosa María de la Garza Ramírez, conocida como Rosi Orozco.

Orozco fue diputada federal por el Partido Acción Nacional (PAN) en la la LXI Legislatura de 2009 a 2012, y en dicho tiempo presidió la Comisión Especial de Lucha contra la Trata de Personas.

Pero en 2014, la entonces senadora blanquiazul, Adriana Dávila Fernández, acusó a Orozco de lucrar con las víctimas de trata al utilizarlas y explotarlas ante los medios de comunicación.

 

El otro inmueble millonario es una casa ubicada en la calle Rocas 194 de la Colonia Jardines del Pedregal, en la alcaldía Álvaro Obregón, cuyo terreno es de mil 600 metros cuadrados y un valor de 33 millones 880 mil pesos, era operada por una fundación de la Confederación Nacional Campesina (CNC), en manos del exsenador del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Gerardo Sánchez García.

El tercer inmueble está ubicado en la calle Cráter en el número 525 en la colonia Jardines del Pedregal de la alcaldía Álvaro Obregón y cuya superficies es de 3 mil 493 metros cuadrados con un costo de 78 millones 200 mil pesos.

Ricardo Rodríguez Vargas, director del Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado, informó que recuperarán una cuarta casa que dirige el esposo de Rosi Orozco, Alejandro Orozco Rubio.

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