La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, anunció que Estados Unidos detendrá por un mes la aplicación de un arancel del 25% a productos mexicanos, luego de una llamada con su homólogo Donald Trump.

A través de sus redes sociales, Sheinbaum informó que, como parte del acuerdo, México enviará 10 mil elementos de la Guardia Nacional a la frontera con Estados Unidos para reforzar la seguridad y combatir el tráfico de drogas, especialmente fentanilo. Además, el gobierno estadounidense se comprometió a frenar el tráfico de armas de alto poder hacia México, que suelen ser utilizadas por el crimen organizado.

En su conferencia de prensa del lunes, la mandataria mexicana explicó que Trump mencionó un supuesto déficit comercial de Estados Unidos con México. Sin embargo, Sheinbaum le respondió que el comercio entre ambos países es resultado del tratado de libre comercio y que esta relación beneficia a ambas economías, permitiéndoles competir con China y otras regiones.

Trump busca un nuevo acuerdo

Más tarde, Donald Trump confirmó la suspensión temporal de los aranceles y señaló que se realizarán negociaciones de alto nivel en las que participarán funcionarios de ambos gobiernos. Por parte de Estados Unidos estarán el secretario de Estado, Marco Rubio; el secretario del Tesoro, Scott Bessent; y el secretario de Comercio, Howard Lutnick. Del lado mexicano, participarán el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, y el secretario de Economía, Marcelo Ebrard.

En su mensaje en Truth Social, Trump destacó que Sheinbaum accedió a desplegar a los 10 mil soldados mexicanos para frenar el tráfico de fentanilo e inmigrantes ilegales. También expresó su intención de participar en las negociaciones para alcanzar un acuerdo entre ambas naciones.

México tiene un "Plan B"

Sheinbaum mencionó que su gobierno tenía preparado un "Plan B" en caso de que los aranceles se impusieran, aunque no reveló detalles sobre la estrategia. Sin embargo, adelantó que este incluía medidas tanto arancelarias como no arancelarias para defender los intereses de México.

Finalmente, la presidenta agradeció el respaldo de las cámaras empresariales de ambos países, que advirtieron sobre el impacto negativo que estos aranceles podrían tener en los precios de bienes y servicios para la población de México y Estados Unidos.

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