La Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) está evaluando sus facultades legales para llevar a cabo acciones letales contra traficantes de drogas, especialmente aquellos involucrados en el contrabando de fentanilo y otras sustancias nocivas hacia territorio estadounidense. Esta revisión se produce tras la designación formal de ocho cárteles latinoamericanos como Organizaciones Terroristas Extranjeras por parte de la administración del presidente Donald Trump, lo que abre la posibilidad de utilizar herramientas antiterroristas ampliadas, incluidas operaciones encubiertas.
Aunque el presidente Trump no ha ordenado a la CIA realizar ejecuciones, esta evaluación busca comprender las actividades que la agencia podría emprender legalmente y los riesgos asociados. El interés en tácticas más agresivas ha aumentado entre los republicanos, especialmente después de que Trump abogara por una "guerra contra los cárteles" en un discurso reciente.
Actualmente, los drones de la CIA están vigilando operaciones de cárteles en México con la aprobación de ese país. La administración podría eludir al Congreso al utilizar el Título 50 para autorizar misiones encubiertas de la CIA, en lugar de buscar el compromiso militar bajo el Título 10. Esta estrategia sería similar a tácticas antiterroristas anteriores empleadas contra grupos como Al Qaeda y el Estado Islámico.
El Atlantic Council advierte que estos desarrollos sugieren una inminente escalada en las operaciones estadounidenses contra los cárteles, lo que podría implicar acciones unilaterales o conjuntas con las fuerzas mexicanas.
