La granada, un fruto de origen persa, se ha convertido en un símbolo de amor y fertilidad a lo largo de la historia. Este fruto, con su llamativo aspecto interior lleno de múltiples semillas rojas empapadas de jugosa pulpa y sabor agridulce, ha encontrado su hogar en tierras mexicanas por la influencia de misioneros españoles y su adaptación a las regiones Centro Norte y Centro del país.
En 2022, México produjo más de 10,090 toneladas de granada, cultivándose en 18 estados del país. Los principales estados productores son Morelos, con más de 1,643 toneladas, seguido de Hidalgo con 1,502 toneladas y Oaxaca con un mil 257 toneladas.
El árbol de granada, perteneciente a la familia de las Punicáceas, alcanza alturas de entre dos y seis metros, con tallos ramificados, hojas alargadas y flores repletas de estambres. Es conocida por su mención en el mito griego de Perséfone y su aparición en la Biblia.
CULTIVO Y TEMPORADA
La granada se adapta a una amplia gama de suelos, pero prefiere los suelos profundos y no es muy sensible a los excesos de humedad. Requiere un clima subtropical o tropical, aunque puede prosperar en temperaturas más bajas. La temporada de la granada abarca desde julio hasta principios de octubre, pero es en septiembre donde se convierte en el distintivo de la temporada otoñal.
La granada es un fruto versátil utilizado para diversos fines. Se emplea en la elaboración de aceites esenciales, colorantes vegetales y en la medicina tradicional. Puede consumirse en forma de jugo, en ensaladas, desgranada en vaso con chile y limón, o simplemente como una deliciosa fruta de mesa.
BENEFICIOS PARA LA SALUD
Además de su sabor inigualable, la granada ofrece una serie de beneficios para la salud. Su contenido en fenoles actúa como antioxidante, con propiedades anticancerígenas y antiinflamatorias. También contiene ácido cítrico, que funciona como bactericida y favorece la eliminación de ácido úrico. Las vitaminas, minerales y fitoquímicos presentes en la granada fortalecen el sistema inmunológico, mientras que las semillas son una fuente de fibra y grasas benéficas.
Asimismo, en México, la granada se utiliza en la medicina tradicional para tratar diversas enfermedades. La cáscara se hierve en agua para tratar la fiebre, las hojas y el tallo se usan como antidiarréicos, y las flores se preparan en infusiones para aliviar problemas de garganta.
La granada roja, con su rica historia y amplios beneficios, se ha convertido en un tesoro rojo de la naturaleza que florece en tierras mexicanas, enriqueciendo la cultura y salud con su presencia.
