Cuernavaca, Morelos.- Manuel Hernández Mendoza, de 68 años de edad, es un afortunado sobreviviente de la enfermedad del siglo, la COVID-19.
Dice Manuel: “Por un momento pensé en el suicidio a causa del intenso dolor en el todo el cuerpo; durante cuatro días estuve al borde de la muerte, esos días han sido los más difíciles de toda mi vida, pero me encomendé a Dios y dije si ya tengo que partir que así sea, después de eso tome valor y ya no tuve miedo”.
A finales del mes de mayo convivió con personas infectadas por el nuevo coronavirus: “Tengo la idea que me infecte porque conviví con gente que resultó que estaba infectada, y no fue una si no tres personas que yo sabía que posiblemente tenían el SARS-CoV-2, pero como yo como era escéptico ante esta enfermedad, no tome las medidas de sanidad y ahora me arrepiento, porque pude haberme no contagiado”.
Ante la experiencia, Manuel Hernández pide a la gente no juegue con su vida y tome sus medidas sanitarias. “Les suplico que usen su cubrebocas, esto puede hacer la gran diferencia entre la vida y la muerte, y es increíble que algo tan sencillo, la gente no lo haga”, señala.
“La enfermedad fue algo que nos impactó demasiado a mi hija y también mi yerno, porque ellos que fueron los que me cuidaron en esos momentos tan terribles. El estómago me brincaba sin control en combinación con un agudo hipo; me faltaba la respiración y tenía dolores intensos en todo el cuerpo. Por eso me atrevo a decir que éste es el virus más peligroso para toda la humanidad y lo peor es que este virus es silencioso, no sabes donde está y no se ve. Aparece tras el contagio y los síntomas son muy fuertes y no hay medicina que pueda combatirlo”.
Manuel agradece la atención que recibió: “Afortunadamente me atendieron unos médicos aquí en Cuernavaca, quienes son apoyados por médicos australianos en combinación con galenos italianos. A ellos les debo mucho de mi salud y reconozco su labor a favor de la vida; de verdad, son mis héroes”.
Reflexiona que es importante que si las personas tienen algún mal cuidarse aún más, “y quiero recomendar algo a la ciudadanía para matar los virus y es hacer gárgaras de vinagre de manzana combinación con sal de grano”, aporta Manuel.
"Les suplico que usen su cubrebocas, esto puede hacer la gran diferencia entre la vida y la muerte, y es increíble que algo tan sencillo, la gente no lo haga.” Manuel Hernández, sobreviviente
Héroes. Manuel Hernández agradece la atención de los médicos que cuidaron de su salud.
Por: Luis Flores / luis.flores@diariodemorelos.com
