Ahora, las parejas jóvenes de 20 a 40 años evitan tener compromiso domiciliario o conyugal.
Las nuevas generaciones,
quieren sólo “un brincolín”,
y por sus deformaciones…
¡Se echan solo “un rapidín”!
Corolario. ¡Prefieren vivir a costa de papi o mami, para no mantener a nadie!