El enorme reto que tiene nuestro país, en particular Morelos, es la lucha contra la pobreza. Se pueden reconocer avances en varios renglones que integran la lucha contra la pobreza. Pero sin duda estamos muy lejos de resolver el inmenso problema.
Digo en particular en Morelos porque es la entidad que me interesa por ser morelense. Contemplar el mapa que nos muestra el Conveal de los rangos de la línea de la pobreza en el país nos habla de los tres Méxicos que existen.
En la parte norte del país se aprecia un menor grado de pobreza; en el centro solamente destacan la CDMX y Querétaro. La única excepción en el sur es Quintana Roo; Chiapas va a la cola pues tiene el mayor índice de pobreza del país.
En Morelos más de la mitad de la población está en situación de pobreza. No se registran avances significativos en una década. Por el contrario, ésta aumentó: en el 2008 el porcentaje de la población en pobreza era de 48.8, y en 2018 fue de 50.08.
Sorprende ver que Querétaro ha logrado pasar en el mismo tiempo del 35.2 % al 27.6%. Nuevo León la tiene en un envidiable 14.5% en el 2018. Podría seguir haciendo una serie de comparaciones para ilustrar el grado pobreza con los distintos estados de la república, pero mi propósito solo es demostrar con unas cuantas cifras y estadísticas, la posición de nuestro estado en el país. Si bien es cierto que no llevamos el farol rojo, también lo es que estamos muy lejos de haber alcanzado mejores niveles de bienestar para la mayoría de la población.
Lograr desterrar la pobreza no es un asunto sencillo. Los países que lo han logrado lo han hecho a través de diferentes estrategias. Solo podemos asomarnos un poco a los que han sido exitosos, como es el sorprendente caso de Singapur, que pasó de ser un país con altos índices de pobreza apenas hace medio siglo, a desterrarla por completo. Logró un crecimiento sostenido de su economía diversificando sus actividades económicas e invirtiendo en educación, apoyo a las pequeñas empresas, y haciendo a su administración pública eficiente, entre otras acciones.
Curiosamente cuando le preguntaron a la Directora del Departamento de Economía de la Universidad de Singapur sobre el modelo económico seguido por su país, contestó que su modelo fue tomado de Puerto Rico. Lástima que Puerto Rico se haya desviado de su propio modelo en ayudas federales de cupones de alimentos.
En México tenemos el ejemplo de algunos estados que han logrado avances importantes. Por supuesto es muy conocida la enorme capacidad que ha tenido Nuevo León para alcanzar una economía que lo tiene en la cúspide del desarrollo de México. Por el pequeño tamaño de su población y territorio como ventajas, Querétaro, Aguascalientes y BCS, han logrado bastante éxito en disminuir su porcentaje de pobreza.
Como un componente clave del éxito de los países que lograron ganarle a la pobreza, también destacan los liderazgos que han tenido. No hay fórmulas mágicas. Lo que ha habido son definiciones de políticas públicas acertadas.
Me sorprende que en el Plan Estatal de Desarrollo de Morelos el lema principal sea “Morelos, Anfitrión del Mundo”, mismo lema que encontramos en la promoción publicitaria del gobierno. Sin duda es una frase interesante que nos orienta a pensar que Morelos quiere recuperar el sitio que una vez tuvo como destino turístico.
Sin embargo me parece que en el plan rector del PED, éste parece orientarse principalmente a la lucha contra la delincuencia. No le falta razón, pues es una demanda de la sociedad apremiante sin duda. Pero, no observo una idea clara para propiciar un desarrollo económico que promueva la salud, la educación y el bienestar de la población menos favorecida, elementos indispensables para un desarrollo individual y comunitario adecuado, y para el crecimiento económico.
La formulación de una política pública que oriente y reúna a todos los actores e instituciones que pueden intervenir tenazmente en la lucha para desterrar la pobreza, me parece que es la fórmula que nos permitirá avanzar. O sea, un liderazgo fuerte y responsable, que se responsabilice del análisis de los avances y de la priorización de los retos a corto y mediano plazo, que tome medidas para mejorar la competitividad de la pequeña y mediana empresa, que impulse un modelo de educación acorde a los objetivos de desarrollo, que diseñe un plan de gran calado en tecnología, y que logre que los capitales inviertan nuevamente en Morelos.
Ariel Homero López Rivera
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