El reto para los Ayuntamientos que iniciarán el primer día del 2022 es enorme. La pandemia dejará su huella en la economía en todo el Estado. La mayor parte de los Ayuntamientos encontrará escasos fondos en la caja y muchos compromisos adquiridos por las autoridades que se van; estará difícil cumplir sus promesas de campaña. Destacan los laudos laborales que deberán reconocer y pagar si no quieren tener serios problemas.
Los Ayuntamientos de Morelos han solicitado al Congreso mayores recursos. Conscientes de lo que se les avecina, han entablado un puente con los diputados para que en el presupuesto 2022 consideren la gravedad del problema. Buena señal es que han propiciado el acercamiento con el Congreso. Es la oportunidad de mostrar que la crisis financiera les amenaza como una ola que puede arrastrar a sus municipios a la ingobernabilidad por no poder resolver los problemas.
El presupuesto es la herramienta básica para administrar. Manejarlo adecuadamente es la diferencia entre un ayuntamiento exitoso o no. Morelos es de los Estados que dependen del presupuesto de la Federación casi en su totalidad: 93%. Su capacidad recaudatoria es muy limitada y los ayuntamientos dependen completamente de las aportaciones de la Federación y del Estado.
Cada uno de los Municipios tiene su propia realidad. La distribución de los recursos depende de las prioridades que se logran detectar en el Plan de Desarrollo Municipal, instrumento esencial para canalizar de la mejor manera los escasos recursos. En él se marcan las prioridades y objetivos. En él se definen las estrategias y las políticas públicas que deben construir para responder a cada uno de los problemas.
El Ayuntamiento, por ser la autoridad más próxima a la gente, debe resolver los problemas que afectan la vida cotidiana: Agua, drenaje, seguridad, salubridad, alumbrado, bacheo... y un largo etcétera. El día a día en medio de constantes presiones económicas y políticas.
Los Ayuntamientos morelenses demandan un incremento del 5% adicional a lo presupuestado. Se quiere dar viabilidad a sus municipios. Se trata de sentar las bases para obtener una gobernanza que haga posible lograr como dice Laura Sour* “lograr más con escasos recursos.”(*Problemas, soluciones y decisiones. CFE 2018) Tarea titánica; las distintas fuerzas sociales y políticas presionan para obtener los resultados prometidos. Agrega “Sólo cuando hay una alineación adecuada de las fuerzas políticas es que éstas (las políticas públicas) pueden llevarse a cabo.” Tarea imposible si no se cuenta con recursos financieros para coordinar la planeación, aplicación y evaluación de las mismas.
Los presidentes municipales y sus cabildos son empujados a dar respuesta para contener el crimen, asegurar la distribución del agua, dar condiciones para que la gente tenga trabajo, y que la economía del municipio mejore.
En el presupuesto 2021 los ayuntamientos recibieron el 20% del total del presupuesto estatal. El tema no es menor. Son los ayuntamientos quienes dan la cara a la gente de sus municipio. Son los presidentes municipales quienes coordinan con sus cabildos el enorme esfuerzo de distribuir los dineros que reciben del Estado y de la Federación, siempre escasos, mientras las necesidades de la población son más acusantes y complejas. El nivel de exigencia crece exponencialmente.
Distribuir los recursos a los distintos programas es un problema de economía que enfrenta la toma de decisiones. Se trata de resolver problemas y tomar la mejor decisión. Por ejemplo, adquirir luminarias para el 100% de las poblaciones que integran un municipio. Significa una enorme inversión. Pero, tiene un gran impacto en la disminución del crimen. Quizá la población o la Federación se incline por construir un campo de béisbol...
Esos poco más de 1700 millones de pesos que significan el 5% que demandan los ayuntamientos, serán distribuidos de acuerdo a las normas definidas en los convenios Federación, Estados y Municipios. La Federación y el Estado deben de comprender que son los ayuntamientos los que tienen la responsabilidad de resolver la vida cotidiana de sus habitantes. Aprobar el incremento solicitado significa una medida trascendental en esta época aciaga en que la pandemia ha hecho retroceder avances logrados.
La economía es una cosa muy compleja. En una buena economía descansa el bienestar de la sociedad. El Congreso del Estado y el Poder Ejecutivo, pueden hacer de la crisis una oportunidad para crecer como sociedad, mediante la construcción de políticas que optimicen lo más escaso en tiempos de austeridad: el dinero público.
Por: Ariel Homero López Rivera opinion@diariodemorelos.com