En México, más de 38 millones de niñas, niños y adolescentes enfrentan violencia física y psicológica como parte de su formación, según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). A nivel mundial, este sector está expuesto a diversas formas de maltrato en entornos como el hogar, la escuela y la comunidad.
La ONU señala que en el país muchos casos no se denuncian por temor, desconfianza en las autoridades o falta de mecanismos accesibles para pedir ayuda. Carmen Gabriela Ruiz Serrano, académica de la UNAM, explica que el abuso infantil incluye violencia física, psicológica, sexual y negligencia, afectando el desarrollo integral de los menores.
Además, fenómenos como la migración, la explotación sexual y la venta de menores los colocan en mayor vulnerabilidad. Pese a las leyes existentes, como la Ley General de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, persisten prácticas culturales que normalizan el maltrato.
En el Día Internacional contra el Maltrato Infantil (25 de abril), expertos llaman a promover entornos seguros y respetuosos para garantizar el bienestar de la infancia.
Especialistas advierten que estas agresiones tienen impactos profundos y duraderos en su desarrollo. Carmen Gabriela Ruiz Serrano, académica de la UNAM, señala que el maltrato no solo genera daños emocionales, sino también cambios neurobiológicos en el cerebro de los niños, afectando su capacidad de empatía y aumentando su tendencia a conductas violentas.
Ruiz Serrano también destaca que fenómenos como la migración, la explotación sexual y la trata de menores agravan la situación, dejando a miles de niños en riesgo. Aunque México cuenta con leyes de protección infantil, falta aplicar medidas efectivas para prevenir y erradicar estas prácticas.
En el Día Internacional contra el Maltrato Infantil (25 de abril), organizaciones y académicos urgen a romper con normas culturales que justifican la violencia y a fortalecer sistemas de denuncia y apoyo para las víctimas.