El amor en pareja es un tema que siempre genera interés. A lo largo de los años, los expertos han debatido sobre qué factores son clave para mantener una relación feliz y duradera. Pero esta vez, fue Arthur Brooks, catedrático de Harvard, quien tocó un punto crucial que cambia la manera en que vemos el amor dentro del matrimonio.
En un reciente video publicado en su cuenta de Instagram, Brooks reveló una reflexión que ha sorprendido a muchos: los matrimonios más felices son aquellos basados en el "amor de compañía", y no en el "pasional". Esto, según el académico, es el secreto para una relación más sólida y satisfactoria con el paso del tiempo.
¿Por qué el amor de compañía es más importante que el amor pasional?
Arthur Brooks explica que el amor pasional, ese que surge al inicio de cualquier relación, está marcado por una conexión neuroquímica intensa. Este tipo de amor, aunque emocionante, es más efímero y a menudo puede desvanecerse con el tiempo. Sin embargo, lo que realmente fortalece una relación es el amor de compañía, que se construye a lo largo de los años. Brooks comenta que "lo que realmente quieres en cinco años es ser mejores amigos", añadiendo que esta amistad genuina es la que otorga estabilidad y felicidad duradera.
Para él, en un matrimonio, la lealtad es clave, así como evitar competir entre los dos. Cuando ambas partes se apoyan mutuamente, se crea una confianza que puede superar cualquier desafío que surja. Como él mismo dice: "La pasión viene y va, pero la seguridad de que esa persona es tu mejor amigo siempre sigue ahí".
Claves para que un matrimonio funcione
Aunque la pasión tiene su lugar, Brooks también enfatiza que la verdadera fortaleza de una relación no depende solo de la intimidad. En su video, el catedrático sugiere varios ingredientes esenciales para que una relación de pareja prospere:
Comunicación abierta: Hablar sinceramente sobre lo que se necesita y se siente.
Respeto mutuo: Valorar al otro tal como es, con sus fortalezas y debilidades.
Apoyo emocional y admiración: Ser el respaldo del otro en los momentos difíciles.
Cariño constante: No solo con palabras, sino también con acciones diarias.
Curiosidad por el otro: Mantener el interés y las ganas de conocer más a fondo a la pareja.
Tiempo para divertirse juntos: Reír y disfrutar de la compañía mutua.
Contacto físico: Un abrazo, un beso, o simplemente tomarse de las manos para fortalecer el lazo emocional.
Tomar decisiones juntos: Hacer frente a los retos de la vida en pareja como un equipo.
Un cambio de perspectiva
Lo que Brooks deja claro es que no se trata de eliminar la pasión, sino de entender que la verdadera base del amor duradero es la amistad profunda y el cariño compartido. Los matrimonios más felices no son aquellos llenos de fuegos artificiales, sino los que están construidos sobre un amor constante, leal y de compañía.
Así que, si estás buscando la clave para que tu relación dure, tal vez la respuesta no esté en los momentos intensos de pasión, sino en esos pequeños gestos cotidianos de cariño y apoyo mutuo.
