Los precios del petróleo registraron una caída significativa este lunes, en medio de crecientes preocupaciones por la imposición de nuevos aranceles comerciales por parte de Estados Unidos y una compleja situación geopolítica internacional, especialmente en Medio Oriente.
El crudo Brent, referencia internacional, descendió un 1.4% para cotizarse en 66.99 dólares por barril, mientras que el West Texas Intermediate (WTI), el referente estadounidense, cayó un 1.5%, ubicándose en 63.72 dólares por barril.
De acuerdo con analistas financieros, esta baja se encuentra estrechamente ligada a las recientes medidas proteccionistas impulsadas por Washington, en particular los nuevos aranceles anunciados sobre productos estratégicos de economías asiáticas y europeas. Estas acciones han generado incertidumbre en los mercados globales, ante el temor de una nueva escalada en las tensiones comerciales que pueda frenar el crecimiento económico mundial y, por ende, reducir la demanda de hidrocarburos.
“El mercado está reaccionando con cautela ante las señales de que podríamos estar entrando en un nuevo ciclo de guerra comercial”, explicó Jorge García, analista de materias primas en una firma financiera con sede en Nueva York. “Menor crecimiento implica menor consumo de energía, lo que presiona los precios a la baja”.
A estos factores se suma la expectativa de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) incrementen su producción a partir de mayo, lo que podría aumentar la oferta global de crudo en un momento de incertidumbre en la demanda.
Por otro lado, los avances en las conversaciones nucleares entre Estados Unidos e Irán han abierto la posibilidad de un levantamiento parcial de las sanciones impuestas a Teherán, lo que permitiría la reincorporación de crudo iraní al mercado internacional. Esta posibilidad también ha sido interpretada como un factor bajista para los precios.
En su conjunto, estos elementos están creando un escenario de alta volatilidad para el mercado energético. La combinación de tensiones comerciales, señales de desaceleración económica y cambios potenciales en la producción y oferta ha sembrado dudas entre los inversionistas.
Las perspectivas a corto plazo no son optimistas. Varios analistas ya están ajustando sus previsiones para el cierre del año. Algunos bancos de inversión han bajado sus estimaciones para el Brent a un rango de entre 70 y 75 dólares por barril, dependiendo de cómo evolucione el entorno global.
“Estamos ante un escenario de sensibilidad extrema”, advirtió García. “Cualquier anuncio desde Washington, Pekín, la OPEP o incluso Viena puede provocar movimientos bruscos en los precios del petróleo”.

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