En la cálida tarde del 4 de junio pasado, el restaurante "El Velerito de la Morelos", ubicado en la icónica Avenida Morelos de Torreón, Coahuila, fue escenario de un espectáculo digno de una película de comedia. Un joven, identificado como Luis Mendiola, decidió transformarse en el anfitrión perfecto, invitando a un grupo de personas a disfrutar de una suculenta cena a base de mariscos y cerveza. Todo parecía un sueño: risas, brindis y un ambiente festivo. Sin embargo, cuando llegó el momento de la verdad, Mendiola aplicó su mejor truco de magia: desapareció sin pagar, dejando a todos con la boca abierta y una cuenta de casi 2,000 pesos en la mesa. ¿Un genio del escapismo o simplemente un vividor con suerte? Vamos a relatarlo.

El maestro de la evasión

Según reportes de medios locales, Mendiola no sólo invitó a la fiesta, sino que, según algunas versiones, se hizo pasar por un agente de la Fiscalía para ganarse la confianza de los presentes. Claro, porque nada grita "autoridad" como pedir otra ronda de cheve mientras planeas tu gran escape. El restaurante, conocido por sus tostadas de camarón, aguachiles y tacos gobernador, vio cómo su noche de ganancias se esfumó junto con este "Houdini" moderno.

La cuenta, que ascendía a casi 2,000 pesos, no es poca cosa para un establecimiento local. Mendiola, después de horas de beber y socializar, anunció que iba a comprar cigarros y, como por arte de magia, nunca regresó. Los comensales, probablemente aún digiriendo sus mariscos, se encontraron en una situación incómoda, mientras el personal del restaurante se preguntaba si habían sido víctimas de un ilusionista o de un estafador de manual.

Su pedido incluyó:

-4 tinas de cerveza

-7 tostadas de ceviche

-7 tarros michelados

-1 Negra Modelo

-1 limonada

-2 vuelve a la vida

-6 ostiones

Torreón y su escena gastronómica

Torreón, famosa por su calor humano y su rica tradición gastronómica, no es ajena a historias de audacia, pero esta tomó un giro particularmente humorístico. "El Velerito de la Morelos", situado en el corazón de la ciudad, es un lugar especializado en comida de playa, ideal para quienes buscan un escape culinario al estilo costero. Es un punto popular para disfrutar de cervezas frías y platillos marinos, lo que hace aún más irónico que alguien decidiera convertirlo en el escenario de su gran desaparición.

La Avenida Morelos, con su historia rica y su vibrante vida nocturna, ha sido testigo de muchos eventos, pero pocos tan pintorescos como este. Desde accidentes viales hasta monumentos históricos como la "Cabeza de Morelos", esta avenida ahora añade a su legado la historia de un "Houdini" que dejó a todos con la cuenta.

¿Dónde está el mago?

El dueño del restaurante, quien prefirió mantener el anonimato (probablemente para no atraer a más "magos" en potencia), comentó en tono de incredulidad: "Nunca habíamos visto algo así. Este tipo parecía muy simpático, invitó a todos, y de repente, ¡puf! Se esfumó." La pérdida de 2,000 pesos no es sólo un golpe financiero, sino también una lección para los restauranteros locales, quienes, según reportes, han comenzado a reforzar sus medidas de seguridad. ¿Será que ahora pedirán depósitos antes de servir la primera tostada?

En el sitio de Facebook del restaurante se publicó un post alertando sobre el hecho:
 

Las autoridades, por su parte, no han reportado arrestos hasta el momento, pero la historia se ha regado como pólvora en las redes sociales, con memes y comentarios que van desde el humor hasta la indignación. Algunos lugareños bromean: "Si lo ven, avísenle que le dejamos la cuenta en el buzón", mientras otros advierten a otros restaurantes: "Cuidado con los 'agentes' generosos."

¿Un crimen o un espectáculo?

Legalmente, lo que hizo Mendiola podría calificarse como fraude o estafa, dependiendo de las leyes locales. En México, dejar un restaurante sin pagar, especialmente después de invitar a otros, puede ser considerado un delito, y más aún si se usó engaño, como pretender ser un agente de la ley. En muchos lugares, esto se procesa como un caso de defraudación, con posibles multas y penas de prisión. Sin embargo, en este caso, la audacia del acto ha convertido a Mendiola en una especie de antihéroe local, al menos en las redes.

La controversia radica en cómo se percibe: ¿es un delincuente común o un personaje de comedia? Las reacciones en X muestran un debate entre quienes lo ven como un vividor ingenioso y quienes lo condenan por afectar a un negocio local. Este tipo de incidentes, aunque no nuevos, resalta la vulnerabilidad de los restaurantes, especialmente en una economía donde cada peso cuenta.

Una lección con sabor a mariscos

Si bien la historia de Luis Mendiola ha dado de qué hablar, también sirve como recordatorio para los restauranteros de Torreón: no todo el que invita es un santo, y no todos los "agentes" son lo que parecen. Mientras las autoridades buscan al fugitivo, los lugareños se ríen, pero también se preparan. ¿Será este el inicio de una nueva era de "Houdinis" en la Laguna? Solo el tiempo lo dirá. Mientras tanto, si planeas una cena en Torreón, asegúrate de llevar efectivo... o al menos, no invites a desconocidos con cara de mago.

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