El Spinosaurus aegyptiacus, conocido como el espinosaurio, es uno de los dinosaurios más enigmáticos que ha existido. Descubierto por primera vez en Egipto en la década de 1910, este gran depredador del Cretácico ha generado un sinfín de debates, principalmente sobre su comportamiento y habilidades acuáticas.
Aunque popularizado en Jurassic Park III como un dinosaurio bípedo, algunos científicos han cuestionado si realmente caminaba solo sobre dos patas, sugiriendo que podría haber sido cuadrupedal en algunos momentos. Otro misterio es la función de su enorme vela dorsal, que se cree podría haber servido para regular su temperatura o como un mecanismo de intimidación.
El debate más fuerte gira en torno a si el espinosaurio era un animal acuático o semi-acuático. En 2014, un estudio sugirió que era capaz de nadar y usar su cola como un "impulsor", pero otros investigadores refutaron esta idea, argumentando que su flotabilidad le impedía bucear. Recientemente, un nuevo estudio en PLOS ONE sostiene que el espinosaurio no estaba adaptado para sumergirse a grandes profundidades, debido a la estructura ósea de su cuerpo.
A pesar de las diversas teorías, la controversia sigue abierta. Algunos científicos defienden la idea de que el espinosaurio podía vadear aguas profundas para emboscar presas, mientras que otros creen que tenía habilidades limitadas para moverse bajo el agua.
El espinosaurio sigue siendo uno de los dinosaurios más misteriosos y debatidos, con nuevos descubrimientos que prometen seguir arrojando luz sobre su verdadero estilo de vida.
