A la Gran Final de la Liga MX accedieron los mejores equipos del torneo, clasificados en primero y segundo lugares, como fueron Toluca y Tigres. Ambos llegaron a esta instancia solo por mejor posición en la tabla, con la diferencia de que a los Rojos se les extraviaron las ideas en los últimos cotejos, mientras los norteños fueron el equipo que mejor cerró el campeonato. El juego de ida fue de ajedrez, sumamente táctico y se resolvió por una inmensa pifia del meta escarlata Hugo González. Por querer salir jugando, buscó un largo servicio que cruzaría toda la cancha, para de manera inocente entregarla a un rival, en este caso Diego Lainez, quién cedió para un Ángel Correa que no perdonó. Para la vuelta, ante un pletórico “infierno”, los felinos se pusieron adelante gracias a un tanto muy circunstancial, a tiro de André Pierre Gignac, que fue acreditado en la cédula a Fernando Gorriarán. Tuvo que venir Helinho con un golazo y Paulinho con su característico olfato goleador, para emparejar los cartones. Se trató de un juego de alternativas, en que el desgaste físico y la altura de la Capital del Estado de México, pasaron factura no solo a los visitantes sino, también, a los integrantes de cuadro local. Con el empate en el marcador global, hubo que recurrir al tiempo extra y al no hacerse daño, se abrió el portón para el drama de los penales. Hace años, se tenía que entregar una lista de tiradores al juez y esta era inamovible. Hoy, el entrenador los va designando, a condición de que tiren todos aquellos que terminaron en el terreno de juego. Por ello, una vez que dispararon los once de cada escuadra, se procedió a abrir de nuevo la rotación. Guido Pizarro había coloca do, en la primera tanda, a Ángel Correa como el quinto tirador. Ahora lo mandó de primero y erró su cobro, para dejar todo en los pies del líder y figura del campeón defensor de la corona. Alexis Vega tenía más de cuarenta días sin jugar. Ingresó de cambio faltando quince minutos en el tiempo regular y no hizo nada extraordinario, quizá cuidando el no resentirse de la lesión. Realizó sus dos tiros desde los once metros con precisión, a diferente lado de Nahuel Guzmán, mostrando categoría, personalidad y sangre fría. Veinticuatro penales fueron ejecutados. Por Tigres erraron Nico Ibañez, Joaquim, Nahuel Guzmán y el citado astro argentino Correa. Las pifias escarlatas corrieron a cargo de Federico Pereira, Juanpi Domínguez y el cancerbero Luís García. El arbitraje fue factor para que viéramos un muy buen partido. César Arturo Ramos Palazuelos y su equipo de trabajo, VAR incluido, mostraron capacidad y tino en las decisiones. La directiva de los Diablos ha hecho un gran trabajo. Antonio Mohamed sigue demostrando que es uno de los más rentables y capaces técnicos de la actualidad. El público tiene un romance con su equipo y parece haber campeón para rato. A los Tigres simplemente, se les apareció...el chamuco.

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