Algunas personas aseguran que la Tierra está vibrando distinto. Que su campo magnético se está ajustando, limpiando las malas vibras, expulsando la densidad energética acumulada por la humanidad. Los más espirituales dicen que los chakras se desalinean, que los cuarzos se “activan solos” y que este es un llamado cósmico a reconectar con lo esencial, con la vibración universal. Todo muy interestelar, cuántico y musical, como si estuviéramos en el remix espiritual de Avatar.
¿La causa? Un supuesto pico de la Resonancia Schumann, también conocida como el “latido de la Tierra”. Según esta versión, cuando esta frecuencia se eleva, todos los seres vivos lo sentimos. Nos duele la cabeza, nos invade la ansiedad, dormimos mal. Se dice que es la Tierra que está "evolucionando" y tú, humano espiritual en proceso, debes meditar, poner tu cuarzo al sol y soltar lo que no vibra contigo.
Peeeeero… ¿qué dice la ciencia?
La Resonancia Schumann es un fenómeno físico real, sí. Ocurre entre la superficie de la Tierra y la ionosfera (una capa de la atmósfera). Cuando hay tormentas eléctricas, se generan pulsos electromagnéticos que rebotan entre estas dos capas. Bajo ciertas condiciones, estas ondas se amplifican y forman una resonancia en frecuencias muy bajas, normalmente en torno a los 7.83 Hz.
Estas frecuencias no afectan el cuerpo humano directamente. No hay evidencia científica que relacione sus variaciones con síntomas físicos como ansiedad, dolor de cabeza o cansancio. Los malestares que muchas personas reportan probablemente se deban a otros factores más cotidianos y comprobables: estrés, mala alimentación, falta de sueño, deshidratación, etc.
Así que no, no estás siendo víctima de una purga energética planetaria… pero si necesitas una pausa, un poco de silencio o una sesión de meditación, también se vale. A fin de cuentas, cuidar tu salud mental y física sí tiene efectos reales, aunque no venga dictado por el cosmos.
