JANTETELCO, MORELOS.- Originaria de México, la flor de cempasúchil da color y olor a las ofrendas que se colocan el Día de Muertos.

En Morelos se cultiva la semilla nativa y gran parte de la cosecha es llevada hasta la Ciudad de México. 
La cempoalxóchitl, vocablo náhuatl que significa “veinte pétalos”, también es conocida como “la flor de los muertos” por el uso que se le da del 28 de octubre al 2 de noviembre, cuando las almas vienen a visitar a sus seres queridos. 
Los antepasados relacionaban el color amarillo de la flor con el sol, la tradición dice que se debe hacer un camino con los pétalos del cempasúchil para indicar el camino de los muertos hasta su ofrenda, por lo que se utilizan grandes cantidades de esta flor. 
De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedagro), nuestra entidad está actualmente en el séptimo lugar entre los productores a nivel nacional de esta flor, entre los cuales se encuentran también los estados de Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, San Luis Potosí, Guerrero, Oaxaca, Durango y Sonora.
La producción local de cempasúchil se concentra en los municipios de Cuernavaca, Cuautla, Jiutepec, Jantetelco, Mazatepec, Tetecala y Tepoztlán.

AFECTA PANDEMIA A PRODUCTORES
A pesar de que la producción de cempasúchil en Morelos es alta, la pandemia por COVID-19 ocasionó que se redujera la superficie sembrada en los últimos años.  
René Ortiz Bonilla tiene 37 años, 30 de los cuales se ha dedicado a la siembra de cempasúchil y terciopelo en su lugar de origen, Amayuca, perteneciente a Jantetelco, al oriente de Morelos. 
Como él, su abuelo y su padre se dedicaban al campo y desde muy pequeño aprendió a amar la tierra, ahora siembra maíz, sorgo y, por temporada, cempasúchil y terciopelo. 
En Morelos, en 2020 la superficie sembrada fue de 29.5 hectáreas de cempasúchil y 15 hectáreas de terciopelo, para el año pasado, la superficie subió a 32 hectáreas, colocando a Morelos dentro de las nueve entidades en las que se concentra la producción de esta flor. 
Ortiz Bonilla explicó que en mayo, al inicio de la temporada de lluvias, comienza a preparar la tierra para la flor de temporada, “se barbecha y se surca, para esperar que caiga la lluvia. En junio se siembra el terciopelo y en agosto, se siembra el cempasúchil, para que esté lista la última de semana de octubre”. 
El señor René Ortiz siembra una superficie de seis mil metros, la mayor parte es de cempasúchil. 
Año con año debe estar atento en sus tierras porque puede tener pérdidas, “sembramos, pero no sabemos si se va a lograr toda la producción, porque a pesar de los cuidados, pueden registrarse lluvias, vientos o granizadas que dañen las plantas, puede llegar una plaga o, se puede robar la flor”. 
A pesar de que este año el pronóstico era alentador, porque se registra una recuperación de actividades, podría perder la mitad de su producción debido a que las lluvias fuertes que se han registrado en octubre dañan gravemente las plantas. 
Aseguró que año con año siembra la semilla nativa de Morelos, para que no se vaya a perder, pero en los últimos años se ha combinado con otras especies para tener mejor rendimiento, logrando plantas más grandes y con más flores por planta, además, su aroma es mayor. 

Por: Marcela García  
/marcela.garcia@diariodemorelos.com

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