En un giro inusual, la policía de Tennessee, Estados Unidos, desmanteló una operación masiva de cultivo de marihuana que operaba clandestinamente dentro de una iglesia, la cual estaba equipada con trampas explosivas. La impactante redada surgió a raíz de las persistentes quejas de los vecinos sobre un olor "extraño" emanando del lugar.
Las autoridades iniciaron la investigación después de recibir múltiples denuncias de residentes preocupados por el peculiar olor proveniente de la iglesia. La pesquisa llevó a los agentes a descubrir aproximadamente 2 mil plantas de cannabis distribuidas en hileras uniformes dentro de la antigua casa de culto, marcando así la mayor incautación en la historia del condado de Stewart, según informó el departamento del sheriff.
La iglesia, en apariencia común, escondía un complejo sistema de cultivo de marihuana que incluía entornos sofisticados con sistemas programados de riego y cultivo, operando con temporizadores. La instalación, aunque ingeniosa, tenía un alto costo para los responsables del cultivo, quienes destinaban más de 3 mil dólares al mes solo en consumo eléctrico, según revelaron las autoridades a WSMV.
Durante la operación, una persona fue detenida, si bien se espera que más arrestos sigan, ya que el cultivo de marihuana en Tennessee es ilegal. Las autoridades continúan la investigación, sospechando que el cultivo en la iglesia podría ser parte de una cadena de producción más amplia.
El descubrimiento de esta operación ilícita ha dejado perpleja a la comunidad local y resalta la creatividad y la sofisticación de los métodos empleados por los involucrados en esta actividad ilegal.
