Cuernavaca.- El transporte público de pasajeros con itinerario fijo concesionado a particulares para prestar el servicio en la Zona Metropolitana de Cuernavaca está en crisis y no encuentra la salida.
El presidente de la Federación Auténtica del Transporte (FAT), Dagoberto Rivera Jaimes, reconoció que el negocio dejó de ser negocio, pero no hay mucho para dónde hacerse, cuando más de 1,700 familias dependen directamente de la actividad.
“El pasaje ha disminuido y sí, son muchas unidades, pero dónde las metemos”, declaró al hablar de la problemática que enfrentan.
El dirigente dijo que la población no se queja de falta de servicio; las unidades entran a donde sea y cubren todo el territorio. Por el contrario, el problema es la falta de pasaje.
“La gente no se queja. Nos quejamos de que no hay la movilidad que quisiéramos. Hay colonias sin pavimento y con calles intransitables y así damos el servicio”, explicó.
Debido a la situación, cada derrotero ha decidido sobre sus calendarios y horarios y muchos han empezado a cambiar los camiones por unidades más pequeñas.
“Cada camión puede llevar hasta 70 pasajeros, mientras que una urban no pasa de 20; eso ha ayudado a que haya más ingreso, pero los concesionarios no pueden cambiar sus unidades porque no cuentan con recursos y los camiones viejos nadie los quiere comprar”, refirió.
Reestructuración
Sobre un plan de reestructuración integral de los derroteros para desconcentrar el Centro del transporte, Rivera Jaimes dijo que ha sido imposible porque la propia geografía de la ciudad lo impide y porque cada ruta tiene un motivo para cruzar por el primer cuadro, entonces ésta tampoco ha sido considerada una solución para remediar la crisis.
El dirigente señaló que hasta el momento, la fortaleza del sector ha radicado en la unidad para ir encontrando paliativos, como su disponibilidad a cumplir con la Revista Mecánica, haciendo arreglos, a cambio de una renovación de unidades, o haciendo frente común al pulpo camionero que representa Pullman de Morelos.
Al respecto dijo que la FAT respaldó a la línea Ometochtli para que la Secretaría de Movilidad y Tranporte (SMyT) le respetara su derrotero, tras el accidente del 28 de noviembre de 2021; haberla dejado sola, era un precedente para dar más concesiones al pulpo y que cualquier ruta pudiera sufrir una situación igual por un percance.
"Cada camión puede llevar hasta 70 pasajeros, mientras que una urban no pasa de 20; eso ha ayudado a que haya más ingreso.” Dagoberto Rivera, dirigente de transporte
Por: ANTONIETA SÁNCHEZ