Cuernavaca, Morelos.- Al menos tres grupos de personas aprovecharon la fugaz visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a la capital de Morelos para protestar por diferentes motivos.
Trabajadores eventuales del INEGI, padres de pacientes con cáncer del Hospital del Niño Morelense, y familiares de reos de Atlacholoaya cambiaron las banderas y las arengas de apoyo al mandatario federal, por cartulinas con reclamos y gritos de malestar.
Los empleados del INEGI dijeron que fueron contratados para la etapa de verificación del levantamiento de las encuestas del Censo de Población y Vivienda 2020, del 23 de marzo al 17 de abril, pero el pasado viernes fueron notificados de la recesión del contrato y los mandaron a sus casas sin el pago de los días que restaban.
Indicaron que en medio de la cuarentena por el COVID-19 se quedaron sin trabajo y sin dinero para enfrentar el aislamiento, que les impedirá tratar de conseguir un nuevo trabajo.
En un comunicado, INEGI puntualizó que la etapa de verificación fue suspendida por la emergencia sanitaria, la cual será reprogramada y será hasta entonces cuando los verificadores, que ya fueron capacitados, serán nuevamente convocados.
Situación en el HNAM
Los padres de familia de menores con cáncer manifestaron que por falta de medicamentos, desde finales de 2019, el personal del Hospital del Niño Morelense empezó a reprogramar las quimioterapias; los enfermos han dejado de recibir de dos a tres sesiones de quimio, y algunos las han tenido porque los padres se han hecho cargo de la compra de los medicamentos y materiales de curación.
El secretario de Salud, Marco Antonio Cantú, reconoció que hay desabasto, pero agregó que el problema ya se está atendiendo con autoridades del Insabi.
Los manifestantes intentaron interactuar con López Obrador pero el Presidente arribó al punto del evento con las ventanillas de la camioneta arriba; sólo los saludó de lejos, y se retiró de la misma forma.
Protesta. Familiares de reclusos y de pacientes del HNAM, así como personal eventual del INEGI se apostaron afuera del antiguo hospital Carlos Calero.
Por: Antonieta Sánchez / antonieta.sanchez@diariodemorelos.com