El pasado 4 de marzo el secretario de Desarrollo Económico y Turismo del municipio de Cuernavaca, Humberto Paladino Valdovinos, informó que del 8 al 17 de abril se realizará la Feria de la Flor en el recinto de la avenida San Diego, con la cual pretenden promover a Cuernavaca e incentivar el consumo local y nacional e inclusive internacionalmente.
Este evento tiene sus antecedentes en los años sesentas, ya que, gracias a los grandes jardines de la ciudad, a la calidad del suelo, al benigno clima y a la gran cantidad y calidad del agua que había en ese entonces, hicieron que desde los años treinta surgieran en Cuernavaca viveros que exportaban a Estados Unidos y Europa sus bellísimas orquídeas, anturios, aves del paraíso, bugambilias, noche buenas, crisantemos y muchas flores más.
El primer antecedente es la feria que se realizó del domingo 17 al 24 de mayo de 1964, la cual pretendía atraer turismo a Cuernavaca. Fueron los 277,073 metros cuadrados del Jardín Borda el marco en donde se montó una exposición arqueológica, una exhibición de vestidos regionales del estado y por supuesto la de flores, en la que participaron doce viveristas que mostraron sus coloridos productos.
Esta feria fue inaugurada por el Lic. Emilio Riva Palacio, el cual, por cierto, había tomado posesión como gobernador constitucional del estado ese mismo día, y este fue su primer acto de gobierno después de la toma de protesta. El presidente municipal y organizador del evento fue el historiador Valentín López González.
Una enorme pintura al óleo del presbítero doctor Manuel de la Borda y Verdugo, gran estudioso de la botánica y la horticultura y constructor de ese jardín, daba la bienvenida a los invitados. Se iluminaron los árboles y los pasillos del Borda, mediante cientos de focos de colores y reflectores, que daban un espectáculo maravilloso. Y no faltó la música y los juegos pirotécnicos para disfrute de los asistentes.
En las aguas del gran estanque del Borda se colocaron canoas y trajineras tipo Xochimilco bellamente decoradas con flores y 400 actores de Bellas Artes armados con arcos y flechas representaron la toma de Tenochtitlán.
Para 1965, el gobernador del estado había instituido por Decreto No. 80, la realización anual de la Feria de la Flor, cuyo fin buscaba destacar los atractivos turísticos de nuestra ciudad a nivel nacional e internacional. El decreto decía: “...se enaltecerá el amor en términos generales, por la naturaleza y por todo lo que es típicamente mexicano, y en particular, se dará capital importancia a propagar el cultivo y el cuidado que debe darse al mayor y más variado adorno natural, que es la flor”
La primera Feria de la Flor fue todo un éxito y se realizó del 2 al 12 de mayo de 1965. Igualmente, la sede fue el Jardín Borda y se realizaron exposiciones, concursos, desfiles, conferencias, representaciones y exhibiciones. Se presentó el ballet folklórico de Héctor Fink Mendoza, conciertos corales con el Coro Mexicano del INBA, la orquesta de Chucho Zarzoza, conciertos de jazz, representaciones de obras de teatro a nivel “clásico-ligero” como Los Persas de Esquilo y Rabinal Achi, la ópera Elíxir de Amor de Gaetano Donizetti. Asimismo, se presentó el ballet Japonés con Hidemi Hanayagi y en el lienzo charro se realizó el campeonato estatal de charrería.
El punto central fue, por supuesto, la exposición de flores, para lo cual se registraron 32 viveristas entre los cuales el jurado calificador repartió 12 premios estipulados en la convocatoria, escogiendo a los ganadores por la perfección de la flor, variedad, belleza, y presentación estética. La Bugambilia de Oro le fue entregada al vivero La Palma del Sr. Leopoldo Cuata Ramírez, la medalla de plata le correspondió al vivero Las Quintas de Mario Z. Oguri. La ceremonia de entrega de premios se realizó en el Salón de los Relojes, del Casino de la Selva y fue amenizado por figuras de radio y televisión.
Otros participantes fueron: vivero Xochicalco de Guillermo Tejada, Raúl Iragorri Aranda del vivero El Bonete, Miguel Cisneros del vivero Los Ángeles, Manuel Hernández del Jardín Mexicano y Don Gumersindo Jiménez e hijos entre otros.
Entre otras actividades que se realizaron se encuentró el certamen de pintura en el “Salón Anual de la Flor”, en el que participaron artistas tanto nacionales como extranjeros. Asimismo, los niños de los jardines de niños y de las primarias participaron visitando la feria y realizando bailables y otras actividades en el estanque del Jardín.
La reina de este evento fue la entonces joven y prometedora actriz Ana Martín, quien poco tiempo antes había participado en el certamen de “Miss Mundo” en Inglaterra. Ella fue coronada como su Graciosa Majestad Ana Iª y presidió y acompaño a las autoridades en todos los actos del programa de festejos.
Esta feria se continuó realizando año con año, pero desgraciadamente se fue desvirtuando. Cambió de nombre a Feria de la Primavera, en donde se realizaban actividades como el palenque, juegos mecánicos, presentaciones de artistas, además de venta de comida y bebidas alcohólicas, lo que provocó innumerables problemas.
Esperemos que se retome la idea original y que la Feria de la Flor vuelva a ser un atractivo para todas las familias.
Por: Valentín López G. Aranda
