Continuamos con la historia de este emblemático hotel de Cuernavaca, inaugurado en 1935 y que tuvo su máximo apogeo en aquella época dorada de nuestra ciudad, durante las décadas de los 30´s y 40`s. En este se hospedaron prominentes empresarios, políticos, artistas y escritores como: Alfonso Reyes, Fidel Castro, Tin-Tán, María Félix, Pedro Infante, entre otros famosos.
Asimismo, de forma periódica se realizaban elegantes y memorables bailes “Blanco-Negro”, en donde los huéspedes y personalidades de la sociedad morelense asistían vestidos con elegantes trajes y vestidos con esos colores a fin de disfrutar de una suculenta cena y bailar al ritmo de la música de las grandes orquestas de la época.
A principios de la década de 1950 el turismo que venía a la ciudad de la eterna primavera comenzó a decaer debido al gran impulso que el presidente Miguel Alemán (1946-1952) le dio al puerto de Acapulco. Alemán, para abastecer de electricidad al puerto mandó construir la termoeléctrica “Los Amates’’, además construyó el aeropuerto internacional de Plan de los Amates, y la Comisión Nacional de Irrigación mejoró el abastecimiento de agua. Por otra parte, se construyó la autopista México-Cuernavaca y también la carretera Cuernavaca-Iguala, además de que se mejoró el tramo Iguala-Chilpancingo, con lo que se acortó el tiempo de llegada a Acapulco. El puerto se urbanizó con amplias avenidas, como la moderna Costera Miguel Alemán, se pavimentaron las calles del centro de la ciudad y surgieron magníficos hoteles y exclusivos fraccionamientos.
Acapulco acaparó las miradas del turismo nacional y extranjero y los hasta entonces concurridos hoteles de Cuernavaca disminuyeron significativamente su ocupación, por lo que poco a poco tuvieron que cerrar sus puertas, fue el caso del Hotel Chula Vista, cuyo edificio quedó en manos de una inmobiliaria del mismo nombre, que en 1960 se lo rentó a una escuela que era financiada por la UNESCO.
En 1961, un sacerdote poco convencional, llamado Ivan Ilich llegó a Cuernavaca. Había nacido en Viena en 1926 y hablaba 10 idiomas. Era medio ario y medio judío, por lo que tuvo que huir de Austria en 1941 (entonces territorio nazi), para refugiarse en Italia. Posteriormente estudió filosofía y teología en la Universidad Gregoriana de Roma hasta obtener el grado de doctor. Llegó a ser secretario particular de Giovanni Battista Montini, quien después se convirtió en el Papa Paulo VI. Años después viajó a Estados Unidos para encargarse de una parroquia en Nueva York y posteriormente vivió por un tiempo en Puerto Rico.
El Dr. Ilich llegó a Cuernavaca cobijado por el obispo de esta ciudad, Don Sergio Méndez Arceo. Tenía un espíritu crítico, emanado de la Congregación de la Doctrina de la Fe y de la Teología de la Liberación. Ilich, rento el Chula Vista para crear en ese lugar el Centro Internacional de Formación (CIF), con el propósito de enseñar español y portugués, así como la cultura latinoamericana a misioneros y laicos norteamericanos, con la finalidad de propiciar un diálogo intercultural. En realidad, lo que buscó con este “Centro de Reflexión” (como le llamaba), era convencer a esas personas de que no utilizaran el Evangelio al servicio del capitalismo. Sin proponérselo, el CIF dio origen a todas las escuelas de español que surgieron posteriormente en Cuernavaca.
En 1963, un ministerio cristiano evangélico llamado Cruzada Estudiantil y Profesional para Cristo, A.C., le compró a la Inmobiliaria Chula Vista el edificio que aún se encontraba ocupado por el CIF. La compra se realizó mediante una sociedad llamada Alfa y Omega. Ilich tuvo que desalojar el edificio y reubicó el CIF en una residencia de la colonia Rancho Tetela. En 1966 el CIF se transformó, para ser conocido como CIDOC (Centro Intercultural de Documentación), que operó hasta 1976.
Por su parte, Cruzada Estudiantil tenía su sede en Miami y su objetivo en el Chula Vista era capacitar a misioneros de Europa, Estados Unidos y América Latina, para que regresaran a sus países de origen a evangelizar. Particularmente, durante el verano y en diciembre llegaban a este lugar cientos de estudiantes de toda la República para participar en congresos juveniles cristianos.
Este movimiento estuvo encabezado por los pastores Guillermo R. Bright (quien era el presidente internacional), Sergio García Romo, que era el director para América Latina, Rubén Bernal García y Víctor Eraña. Esta agrupación se encontraba integrada por 3,150 iglesias en el mundo, 170 en América Latina y 40 en México.
Inspirados en el versículo de la Biblia de 2ª de Crónicas 7:14, que dice: “Si se humillare mi pueblo, sobre los cuales mi nombre es invocado, y oraren, y se convirtieren de sus caminos malos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”, Cruzada Estudiantil comenzó a construir en 1976, en el Chula Vista, un oratorio para lo cual se realizaron importantes modificaciones en la parte posterior del inmueble, mismas que corrieron a cargo del arquitecto Alonso Aznar Romero. Su apertura se realizó el 11 de marzo de 1978, fecha a partir del cual permanecieron 4 días con sus noches orando y leyendo las escrituras. Este oratorio era un lugar en el que se respiraba un ambiente de solemnidad y retiro, además de que llegó a ser conocido mundialmente entre la comunidad cristiana, y hay quienes afirman que fue la antesala del avivamiento de los grupos protestantes en México.
En el Hotel Chula Vista se hospedaron prominentes empresarios, políticos, artistas y escritores.
Ivan Ilich creó a principios de los sesentas el Centro Internacional de Formación (CIF).
Continuará…
