Para muchos historiadores, cronistas y estudiosos Don José María Morelos y Pavón es considerado genio de la guerra. Durante su participación en el movimiento de independencia, Morelos acaudilló cuatro campañas militares contra los ejércitos realista. Las tres primeras fueron exitosas, la cuarta un fracaso. En las tres primeras, de mayo de 1811 a agosto de 1813, Morelos derrotó a ejércitos profesionales del gobierno y fusiló a destacados comandantes realistas. Sus victorias más destacadas son las que ganó en Tecpan, Veladero, Chichihualco, Tixtla, Chiautla, Izúcar, Taxco, Tenancingo, Huajuapan, Tehuacán, Agustín del Palmar, Orizaba, Oaxaca y Acapulco. En esta lista no cuento a Cuautla porque aunque Morelos rompió el sitio, perdió la guerra y 4,500 hombres. Los triunfos de Morelos se debieron a que se rodeo de destacados jefes muy valiosos que lo apoyaron con dinero, armas y hombres y organizó un ejército en promedio de 5 mil elementos, hombres fuertes, valerosos y disciplinados que siguieron las enseñanzas de Morelos con devoción. Sin embargo, en su cuarta campaña, cuando a Morelos ya lo habían elegido generalísimo y titular del poder ejecutivo de la nación insurgente, cuando ya  había alcanzado la fama y la gloria y el reconocimiento de los demás caudillos insurgentes y hasta en Europa se comentaban sus hazañas, el 24 de diciembre de 1813 es derrotado en Valladolid por el ejército realista de Agustín de Iturbide y Ciriaco de Llano, y estos mismos generales lo volvieron a derrotar el 5 de enero de 1814 en Puruarán. En estas batallas Morelos contaba con un ejército de 6 mil hombres que fueron derrotados contundentemente. 

Con este ejército organizado por Morelos para tomar Valladolid, mejor hubiera atacado la ciudad de Puebla, que era su objetivo desde que derrotó en Izúcar al poderoso ejército realista. Fue un gran error de Morelos tratar de conquistar Valladolid, a donde tardó para llegar mes y medio desde Chilpancingo; fue una marcha larga que atravesó la tierra caliente y fue un camino recorrido por primera vez por la mayoría de sus hombres. Sin embargo, si Morelos hubiera escogido tomar Puebla, el camino para  llegar a esta ciudad era conocido por la mayoría de su tropa. La peor derrota de Morelos en su cuarta campaña fue la que sufrió en Texmalac el 5 de febrero de 1815, por parte del general realista Manuel de la Concha, cuando en una difícil travesía de 660 kilómetros de Uruapan a Tehuacán, y cuando iba custodiando a los miembros del gobierno insurgente, Morelos fue hecho prisionero. Esta ruta escogida por Morelos fue un gran error de él, ya que todo el camino por el que marcharon estaba dominado por tropas realistas y es por esta causa que lo capturaron y lo llevaron prisionero a la ciudad de México para entregarlo a las autoridades virreinales. 

Lo anteriormente expuesto es la visión de un cronista que ha estudiado la vida y obra de Morelos amplia y detalladamente. En seguida y para apoyar lo que acabo de exponer, les transcribo lo que piensa un verdadero historiador profesional llamado Wilbert H. Timmons, quien cita: “Los historiadores mexicanos se habían entusiasmado cantando las glorias de Morelos como genio militar. Probablemente él sería el primero en negar esta afirmación. Se ha dicho que Morelos ganó 25 batallas de las 36 en las que participó, pero debe señalarse que perdió 11 importantes, que su estrategia a menudo fue torpe y miope y que cometió varios errores costosos”, termina la cita tomada del libro “Morelos sacerdote, soldado, estadista, FCE, México, 1963, Pág. 89”. La historiadora de la Dirección de Estudios Históricos del INAH Martha Terán, cita: “Las tremendas derrotas sufridas por Morelos en Michoacán a manos de los realistas son suficientemente conocidas y su última batalla terminó con su detención”. 

Me atrevo a mencionar que fue un gran error de Morelos enfrentarse al poderoso ejército realista de Félix María Calleja encerrándose en Cuautla, donde tenía las desventajas de perder; fue un milagro el que Morelos rompiera el sitio en una desbandada fatal. El daño más grave hecho por los realistas y que prolongó el sitio fueron los centenares de francotiradores que disparaban a los sitiados. Morelos no debió encerrarse en Cuautla, víctima de un sitio dentro del territorio de Amilpas, dominado por los terratenientes españoles. Desde Tenancingo Morelos pensó enfrentarse a Calleja en Izúcar, plaza dominada por Vicente Guerrero, pero cambio de opinión; sin embargo escogió Cuautla para encerrarse y esperar el ataque de los realistas. Cabe destacar que Morelos llegó a Cuautla el 9 de febrero y calleja el 17; le hubiera dado tiempo de irse para Izúcar. Antes del inicio del sitio, Morelos llevaba una campaña victoriosa y era el enemigo más temido para el gobierno virreinal. En lugar de encerrarse en Cuautla debió hacerse perseguir con rumbo al sur del territorio  poblano; con los refuerzos que recibió Morelos pudo haberse enfrentado a Calleja en otro lugar más neutral y no en Cuautla, situada en territorio dominado por el poderoso terrateniente español Gabriel de Yermo, quien odiaba a Morelos porque le incendió y saqueó dos haciendas. Otro detalle a destacar, es la ruta que les facilitó a los sitiadores realistas recibir de la ciudad de México, pertrechos, víveres, medicinas y refuerzos y me refiero al corredor Chalco-Amecameca-Pazulco.

Además, cabe destacar que el saldo del sitio de Cuautla fue de 4,500 fallecidos, muertos en combate, fusilados, por inanición, por enfermedad, por peste. De esos 4,500 muertos más de mil murieron afuera de Cuautla por intentar entrar a la plaza sitiada, por tratar de introducir víveres, por intentar atacar los refuerzos de los realistas y en el rompimiento murieron bastantes que huían principalmente civiles. Cabe resaltar que Mariano Matamoros logró salir de Cuautla el 27 de abril, con el propósito de conseguir víveres para los sitiados, pero desgraciadamente ya no pudo entrar a Cuautla, porque se lo impidieron los atacantes realistas. Una pérdida muy lamentable como consecuencia del rompimiento del sitio fue la captura que hicieron los realistas de  Leonardo Bravo. Morelos en el rompimiento se rompió dos costillas cuando cayó el caballo que montaba. Toda esta mortandad se dio en los 74 días que duró el sitio.

Por: Juan José Landa Ávila 

jjlanda.cronica@gmail.com

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