En la madrugada del viernes 13 de junio de 2025, hora local en Medio Oriente (aún 12 de junio en México debido a la diferencia horaria), Israel llevó a cabo un ataque preventivo contra Irán, centrándose en su programa nuclear y capacidades de misiles de largo alcance. Este incidente, reportado por medios como el New York Times, ha generado temores de una posible escalada hacia un conflicto regional, con implicaciones significativas para la estabilidad del Medio Oriente y los precios globales del petróleo.
Detalles del ataque
El ataque israelí se dirigió a múltiples objetivos estratégicos, incluyendo al menos seis bases militares alrededor de Teherán, con un enfoque en la instalación de Parchin, conocida por su relación con el programa nuclear iraní. También se atacó la principal planta de enriquecimiento nuclear en Natanz y hogares en dos complejos de alta seguridad, como el Shahrak Shahid Mahalati, donde tres edificios residenciales fueron demolidos. Además, ciudades como Isfahan, Arak, Kermanshah y Tabriz reportaron explosiones, afectando complejos militares e industriales, según medios iraníes y reportes internacionales.
La escala del daño aún no está completamente clara, pero el ataque incluyó objetivos tanto militares como civiles, lo que ha intensificado las tensiones. Videos verificados en redes sociales mostraron explosiones sobre Teherán, y los medios estatales iraníes transmitieron imágenes de humo y fuego en la capital.
Bajas y objetivos eliminados
El ataque resultó en bajas significativas, incluyendo figuras clave del liderazgo militar y científico iraní:
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Gen. Hossein Salami, comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC).
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Gen. Gholamali Rashid, subcomandante de las fuerzas armadas iraníes.
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Fereydoun Abbasi, destacado científico nuclear.
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Además, al menos 12 civiles murieron en Teherán, según la agencia de noticias IRNA.
Los objetivos incluyeron no sólo instalaciones militares, como bases en Parchin, sino también complejos residenciales para comandantes, lo que amplía el alcance del impacto. Las ciudades de Isfahan, Arak, Kermanshah y Tabriz también sufrieron ataques, con al menos cinco explosiones reportadas en Tabriz, según medios iraníes.
Declaraciones de Netanyahu
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, justificó el ataque describiendo el programa nuclear iraní como "un peligro claro y presente para la supervivencia misma de Israel". En un comunicado, afirmó que Israel había atacado la planta de Natanz y a los científicos nucleares más importantes, y que la operación continuaría "durante tantos días como sea necesario". Netanyahu acusó a Irán de avanzar en su programa nuclear, sugiriendo que el país podría producir una arma nuclear en un año o incluso en unos pocos meses. Además, elogió al presidente Donald Trump por su "liderazgo", aunque no comentó directamente sobre el respaldo estadounidense en esta operación.
Reacciones de funcionarios de Estados Unidos
Funcionarios de EU han adoptado posturas variadas. El secretario de Estado, Marco Rubio, declaró que Estados Unidos "no estuvo involucrado en los ataques contra Irán" y enfatizó que la prioridad principal es proteger a las fuerzas estadounidenses, advirtiendo a Irán que no ataque intereses o personal de EU. Rubio también ordenó la formación de una nueva fuerza de tareas para la gestión de crisis en Oriente Medio. Por otro lado, el senador Jack Reed criticó los ataques como una "escalada imprudente", mientras que el senador Jim Risch expresó apoyo a Israel y advirtió a Irán contra cualquier ataque a intereses estadounidenses, reflejando la división en las opiniones políticas en EU.
Respuesta de Irán
Hasta el momento, Irán no ha emitido una declaración oficial sobre su respuesta específica a este ataque. Sin embargo, durante el incidente, se reportó que aviones de combate iraníes despegaron para interceptar a los aviones de guerra israelíes, y los medios estatales mostraron imágenes de explosiones, humo y fuego en Teherán, con dos edificios residenciales colapsados. Un analista conservador iraní, Mehdi Rahmati, mencionó la posibilidad de una guerra regional, citando a aliados como Hezbolá, los Houthi y milicias iraquíes. Fuentes previas indican que Irán tiene planes para una posible represalia, que incluiría un contraataque inmediato con cientos de misiles balísticos.
Contexto y consecuencias
El ataque ocurre en un contexto de tensiones crecientes, con EU retirando diplomáticos de Irak y autorizando la salida voluntaria de las familias de soldados estadounidenses en la región, desplegando sistemas de defensa aérea para proteger a las 40,000 tropas en la zona y posicionando el portaaviones Carl Vinson en el Mar Arábigo . Israel, por su parte, cerró su espacio aéreo y canceló todos los vuelos en el Aeropuerto Internacional Ben Gurion.
El impacto económico también es notable, con los precios del petróleo crudo aumentando un 8% hasta los $75 por barril, lo que refleja las preocupaciones sobre la estabilidad del suministro energético global .
Lo que sigue
La situación permanece tensa, con temores de que el conflicto pueda escalar hacia una guerra total entre Israel e Irán. La comunidad internacional, especialmente EU y aliados regionales, está en alerta máxima, mientras se espera la respuesta de Irán. Los analistas sugieren que cualquier acción iraní podría involucrar a sus aliados, como Hezbolá y los Houthi, ampliando el conflicto. Mientras tanto, el aumento en los precios del petróleo y las medidas de seguridad en la región reflejan las preocupaciones globales sobre la estabilidad.
Conclusión
Este ataque marca un punto crítico en las tensiones entre Israel e Irán, con implicaciones potenciales para la seguridad regional y global. La falta de una respuesta inmediata de Irán mantiene la incertidumbre, mientras el mundo observa de cerca los próximos pasos en este conflicto de alto riesgo.