Nacido en Guanajuato y llevado a la Ciudad de México siendo niño, en la juventud y en contra de los deseos de su padre, que quería que ingresara al Colegio Militar, Diego comenzó a tomar clases nocturnas en la Academia San Carlos.
Estudió durante 15 años, algunos de ellos transcurrieron en Europa, en los que visitó diversos países, como Francia, Italia y España. En esa época, se formó en diferentes corrientes, que practicó y abandonó, pero que lo llevaron a encontrar su estilo.
Hacia el año 1922 y ya con la Revolución en marcha, Rivera se identificó con los ideales revolucionarios y regresó a México, y junto a David Alfaro Siqueiros empezó a estudiar a fondo la cultura maya, hecho que se ve profundamente marcado en su monumental obra.