Ciudad de México.- En un veredicto que refuerza la lucha contra la impunidad en México, un juez federal del Reclusorio Norte dictó este lunes una sentencia de 11 años y un mes de prisión contra Erick Hazael Ramos Mendoza, alias "El Haza" o "El Gordo", por su rol clave en el brutal atentado contra el periodista Ciro Gómez Leyva. La condena, por los delitos de homicidio calificado en grado de tentativa y asociación delictuosa agravada, eleva a 12 el número de implicados sentenciados en esta red criminal que buscó silenciar una de las voces más críticas del periodismo nacional.
El fallo, emitido tras un proceso impulsado por la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) de la Fiscalía General de la República (FGR), llega casi tres años después de la noche del 15 de diciembre de 2022, cuando Gómez Leyva fue atacado a balazos en su camioneta blindada en la colonia Florida, alcaldía Álvaro Obregón. "El Haza", de 28 años, era el conductor de la motocicleta en la que se desplazaba Héctor Eduardo Martínez Jiménez, alias "El Bart" —quien ya purga 14 años por disparar directamente contra el vehículo del conductor—. Juntos, los sicarios vigilaban al periodista durante al menos nueve días previos, registrando sus movimientos con un Seat Ibiza negro estacionado fuera de las instalaciones de Imagen Televisión, donde Gómez Leyva conduce su noticiero nocturno.
Las pruebas presentadas por el Ministerio Público fueron contundentes: confesiones de los implicados, videos de vigilancia y evidencias forenses que confirmaron la planificación meticulosa del ataque, ordenado —según uno de los detenidos— por Nemesio Oseguera Cervantes, "El Mencho", líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). La célula delictiva, con nexos en Michoacán y la Ciudad de México, operaba como una asociación agravada para atentar contra la libertad de expresión, un delito que atrajo la competencia federal bajo el artículo 21 del Código Nacional de Procedimientos Penales.
Además de la pena privativa de libertad, "El Haza" deberá pagar una multa de 36 mil 371 pesos, un recordatorio simbólico de las secuelas emocionales y materiales que deja este crimen.Gómez Leyva, de 62 años y uno de los periodistas más influyentes en México, escapó de la muerte gracias al blindaje de su vehículo, pero el incidente no solo lo marcó físicamente —con heridas leves por esquirlas—, sino que simbolizó la escalada de violencia contra la prensa en un país que encabeza la lista mundial de asesinatos de periodistas, con al menos 150 casos desde 2000 según Artículo 19. En su cuenta de X, el conductor celebró la sentencia: "Erick Hazael Ramos, quien manejaba la motocicleta en la que iba 'El Bart' cuando le disparó, fue sentenciado a 11 años y un mes de prisión. ¡Justicia avanza!"
Este caso se suma a una serie de avances judiciales en el expediente: en junio pasado, "El Bart" recibió 14 años; en agosto, dos implicados más sumaron 11 años cada uno; y recientemente, Aniceto Escárcega Saldaña y Sergio David Berlanga González fueron condenados a seis años y ocho meses por pertenecer a la red.
Sin embargo, expertos en derechos humanos advierten que, aunque estas condenas representan un "triunfo parcial", el CJNG —designado como organización terrorista por EE.UU.— sigue operando con impunidad, y "El Mencho" permanece prófugo con una recompensa de 15 millones de dólares por su cabeza.Organizaciones como Reporteros Sin Fronteras y la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) aplaudieron el fallo, pero urgen al gobierno federal a desmantelar las raíces del crimen organizado que amenazan la democracia.
"Cada sentencia salva no solo una vida, sino el ejercicio libre del periodismo en México", declaró un portavoz de Artículo 19 en un comunicado. Mientras tanto, Gómez Leyva continúa al frente de su programa, "Por la Mañana" en Radio Fórmula, como un emblema de resiliencia: "No me callarán. Seguiremos informando, cueste lo que cueste".
Con 12 condenados, el caso del atentado a Ciro Gómez Leyva se erige como un faro de esperanza en la tormenta de la violencia periodística, pero también como un llamado urgente: la justicia debe llegar a los mandos medios y altos de estos cárteles para que el silencio no gane la batalla por la verdad.
