Cuernavaca.- Con la misma calma con la que tomó aire antes de cobrar su penal histórico, Fernanda Ximena Monroy Clemente regresó a Morelos para compartir la alegría de haber alcanzado algo gigante: el tercer lugar en el Mundial Sub-17, después de anotar el penal decisivo contra Brasil en la tanda por el podio. Ese cobro, hoy viral y repetido en todo el país, salió desde los pies de una morelense de Jiutepec que ya es referencia del futbol femenil nacional. La juga dora del Toluca Femenil Sub-19 visitó las instalaciones de Diario de Morelos y la cabina de La 99, donde habló con emoción de su aventura mundialista en Marruecos, del momento exacto en el que sus nervios se transformaron en confianza, y del sueño que ahora —más que nunca— siente al alcance de la mano. “Muchos nervios, pero mucha felicidad”, recuerda Ximena sobre el instante previo al penal que definió el tercer lugar. Confesó que, aunque el estadio parecía temblar, fue su respiración —tal como le enseñaron sus psicólogos deportivos— la que le permitió enfocarse:
“Al dar el primer paso, se me olvidó todo; sólo pensé en anotar.”
Lleva un camino que empezó a los cinco años
Ximena creció entre balones, canchas y la guía de sus padres.
“Todo empezó en Potros Jiutepec, en la Moctezuma. Mi mamá me llevó y luego mi papá me entrenó; gracias a ellos llegué a donde estoy”, contó la seleccionada, orgullosa de su origen y del papel fundamental que su familia ha jugado en su desarrollo. Desde pequeña se puso metas grandes, y hoy puede presumir que ya vistió la camiseta de México en una Copa del Mundo.
Su siguiente objetivo es claro: volver al Mundial Sub-17 en el 2026 y pelear por el campeonato. Más adelante, por supuesto, sueña con llegar a la Selección Mayor. Ximena también tiene otro sueño, que es ir a probarse al futbol europeo y tiene claro en qué equipo quiere jugar:
“Me gustaría llegar al Real Madrid”, afirmó la morelense. Por ahora, seguirá trabajando en Toluca, enfocada en mantenerse en Selección Nacional y seguir haciendo historia. Antes de despedirse, dejó un último mensaje: “Gracias por todo el apoyo. Sigan apoyando a sus hijos e hijas en el deporte… los sueños sí se cumplen”.
