Un equipo de científicos chinos ha logrado un avance significativo en la lucha contra la diabetes tipo 1 utilizando células madre. A través de este método, el organismo puede volver a producir insulina, abriendo la puerta a la posibilidad de erradicar esta enfermedad.
En México, más de 12 millones de personas sufren de diabetes, tanto tipo 1 como tipo 2, lo que la convierte en la segunda causa de muerte en el país. A nivel global, se estima que alrededor de 422 millones de personas padecen esta enfermedad. Hasta la fecha, no existe una cura definitiva, aunque hay diversos tratamientos para mitigar sus efectos, como planes de alimentación específicos, ejercicio y la inyección de insulina.
No obstante, un grupo de científicos chinos ha dado un paso importante hacia la cura de la diabetes tipo 1. El pasado 25 de septiembre, publicaron en la revista Cell un estudio en el que documentan cómo lograron que una paciente de 25 años, que había sido diagnosticada con diabetes tipo 1, comenzara a producir insulina dos meses y medio después de haber recibido un trasplante de células madre. Lo más relevante de este hallazgo es que las células madre utilizadas provenían del propio cuerpo de la paciente, evitando así la necesidad de un donante.
Las células madre tienen la capacidad de transformarse en cualquier tipo de célula del cuerpo, incluidas aquellas conocidas como islotes de Langerhans, ubicadas en el páncreas y responsables de la producción de insulina. El equipo de investigación chino logró crear estos islotes en el laboratorio a partir de células madre, lo que representa un gran avance en el tratamiento de la diabetes tipo 1, ya que podría eliminar la necesidad de inmunosupresores, que se utilizan actualmente para evitar que el sistema inmunitario ataque las células del páncreas.
El sistema inmunitario, en los casos de diabetes tipo 1, destruye los islotes de Langerhans, lo que impide la producción de insulina. Este proceso suele iniciarse durante la adolescencia y, hasta ahora, los tratamientos con células madre requerían inmunosupresores para evitar el rechazo de las células trasplantadas. Sin embargo, la creación de islotes a partir de las propias células del paciente puede ser la clave para superar esta barrera.
En otros avances recientes, empresas como Vertex en Estados Unidos han desarrollado ensayos clínicos en los que pacientes con diabetes tipo 1 han recibido trasplantes de islotes derivados de células madre donadas. Estos pacientes comenzaron a producir insulina de manera natural a los tres meses de los trasplantes, aunque siguen requiriendo el uso de inmunosupresores.
A pesar de estos avances en la diabetes tipo 1, la cura para la diabetes tipo 2, que afecta a millones de personas y se caracteriza por la resistencia del cuerpo a la insulina, aún no ha sido encontrada. Sin embargo, los progresos en la manipulación de células madre y los tratamientos personalizados nos hacen esperar que en el futuro se logren avances similares para esta variante de la enfermedad.