CUERNAVACA, MORELOS.- Ser estudiante de excelencia también implica sacrificios, dice Cielo Pérez Muñoz, quien superó el quinto grado de primaria con promedio de 10, y que motivó a sus orgullosos padres, Matilde y Carlos, a inscribirla en el Cuadro de Honor de DDM.
“La escuela es muy entretenida y los conocimientos que adquiero me van a ayudar en la vida diaria, pero también para lo que quiero ser en el futuro”, dice la pequeña Cielo, en la sala de su casa, en donde papá y mamá no pueden ocultar la felicidad de verla asediada por la lente.
“Que ustedes venga aquí a su casa y que mañana (hoy) vaya a recibir su reconocimiento frente a muchas personas, son de los premios que le da el que sea dedicada y estudiosa, y si continúa, ella sabe que vendrán más reconocimientos como éste”, mencionó Carlos Pérez García.
Es una campeona en la escuela y lo quiere ser también en otras actividades. “Me gusta la natación y la gimnasia, y quiero llegar a competencias, esas son las actividades que me gusta hacer, pero también salir a jugar con mis amigos”,
Destacó el invaluable apoyo de sus padres de quienes se expresó así: “Ellos tienen mucho que ver en que yo tenga estas calificaciones, porque mi mamá me ayuda mucho en estudiar y me da el tiempo para que yo estudie y me ayuda en las dudas que tengo; y mi papá aporta todo el dinero para que pueda progresar en la escuela”.
De sus compañeros y maestros consideró que, los primeros representan un gran apoyo en su formación, por la dedicación que ponen para aprendan; mientras que de los compañeros y compañeras de clase, consideró que existe una buen relación, y que no resiente algún tipo de envidia por ser la más aplicada del salón.
"A mí sí me costó mucho trabajo, porque es mi primer año en que saco un 10 de promedio general, y porque tuve que estudiar por las tardes y sacrificar otros pasatiempos, como jugar o ver la tele. Me costó, pero gracias a eso tengo este promedio."
Cielo Pérez Muñoz, estudiante de Cuadro de Honor DDM.