México.- El delantero mexicano Javier Hernández dio ayer el último adiós a su abuelo, Tomás Balcázar, quien dejó este mundo en la víspera, a los 88 años, dejando un gran legado y una familia de sangre “futbolera” en el país.
A través de un video publicado en sus redes sociales, el actual elemento de Galaxy de Los Ángeles expresó su agradecimiento a todos los aficionados que le enviaron sus pésames y condolencias desde que fue revelada la lamentable noticia.
“He llorado mucho. Me cuesta mucho trabajo hacer ejercicio, me cuesta muchísimo porque me recuerda mucho a él. Me imagino a mi abuelo gritándome para que entrenara más duro. Intentaré hacerlo por más que me cueste trabajo, que me recuerde a mi viejito”, dijo entre lágrimas el ariete mexicano, quien no pudo acompañar a su familia.
Staff Diario de Morelos