Con fe y bajo el cielo sereno de Tequesquitengo, este jueves se celebró la tradicional procesión en lancha con la imagen del Señor de la Ascensión, una festividad que desde 1943 ha unido a generaciones alrededor del lago. Desde temprano, los habitantes de Jojutla participaron con devoción en misas y rituales, culminando con la procesión acuática en la que decenas de embarcaciones acompañaron la imagen sagrada hasta la boya central, donde se depositó una ofrenda floral en un momento de profundo recogimiento.
Al regresar a tierra, la celebración continuó con la danza del chínelo y un espectáculo de esquí acuático, en un ambiente de alegría y orgullo por una herencia cultural viva. Esta feria patronal, celebrada 40 días después del Domingo de Resurrección, no solo refuerza la identidad espiritual del pueblo, sino que también impulsa la economía local. “Más que una fiesta, esta es una promesa que cada año se renueva entre el rumor del agua y el fervor de un pueblo que no olvida”, expresó un poblador.