Morelos amaneció este 12 de diciembre entre cantos, flores y procesiones para celebrar a la Virgen de Guadalupe, una de las tradiciones más arraigadas para miles de familias. Desde muy temprano, las parroquias y barrios del estado recibieron a fieles que acudieron a cantar las mañanitas, llevar ofrendas y acompañar las misas dedicadas a la patrona de México.
En el barrio de Gualupita, los preparativos comenzaron desde el 9 de diciembre, cuando se instaló la feria sobre una parte de la calle Melchor Ocampo, con puestos, antojitos y juegos mecánicos que dieron paso al ambiente festivo. Este viernes, las mañanitas se entonaron a las 7 de la mañana y continuaron misas hasta las 8 de la noche. A las 3 de la tarde se realizó el tradicional brinco del chinelo, un evento familiar sin venta de alcohol, mientras que la jornada cerró a las 10 de la noche con la quema del castillo.
En la Parroquia San José El Calvario, la celebración reunió a cientos de personas que acudieron a las primeras misas. Al mediodía, el obispo de la diócesis de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, ofició la eucaristía y reflexionó sobre la figura de la Virgen al afirmar que “la encarnación pasa por un cuerpo de mujer, por un rostro femenino, por un corazón materno”. Destacó que la belleza de María “no es solo estética, es redentora”, y que en su rostro el pueblo de México descubre su identidad como hijos de Dios.
En esta parroquia, las imágenes de la Virgen, tanto en el altar como en el exterior, lucieron adornadas con rosas y flores de Nochebuena. Afuera, la feria tradicional reunió puestos de comida, dulces, buñuelos, tamales y atole.
La celebración guadalupana volvió a mostrar el fervor y la identidad comunitaria que caracteriza a Morelos, donde cada doce de diciembre miles de personas se congregan para honrar a la Virgen con fe, tradición y convivencia familia
