A Urióstegui, ¿amenazas…? Por los rumbos de la colonia Vista Hermosa se encuentra la amplia Avenida Juan Pablo II, mayormente conocida por encontrarse ahí la ciclopista que permite la cotidiana presencia de cientos de personas que van a realizar sus actividades de fortalecimiento físico aeróbico con sus caminatas, trotes, carreras, patinaje y rodadas en bicicletas… Es una calle de amplias dimensiones en su anchura y de buena longitud para estos gratos ejercicios… Por desgracia tanto para vecinos y deportistas, en sendas ocasiones en sólo 35 días, en esa área fueron tirados los cuerpos de dos personas asesinadas, una el 5 de febrero y otra el 12 de marzo… Ello es parte de la inseguridad que vivimos en el país, con más de ¡180 mil asesinados…! Estos dos homicidios parecieran no tener importancia, pues a final de cuentas sólo son una microparte de esas decenas de miles ultimados en los tiempos de la Cuarta ‘Deformación’ que corresponden a los 66 meses del gobierno de Andrés Manuel López Obrador… Sin embargo y para no perder el hilo de los dos cuerpos tirados en la Avenida Juan Pablo II, debemos decir que por la corta distancia en tiempo entre el primero y el segundo, este último sacrificado fue tirado a menos de 200 metros de distancia de la Residencia Habitación del alcalde de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado…
Habiendo sido Procurador General de Justicia con todos los haberes, deberes y deudas pendientes que deja una posición de esa naturaleza para la posteridad de quienes la han ocupado, siendo ahora el Presidente Municipal de Cuernavaca que mucho ha dejado que desear como alcalde por sus ambiciones políticas, primero para ser Gobernador y ahora pretender reelegirse, pues no le alcanzó para más y teniendo un gran desgarriate político-social por su Sistema de Seguridad Pública fallido para Cuernavaca y sus habitantes, por la falta de coordinación y firma de Convenio con el Gobierno del Estado, lo cual prohijó todos los temas de incompetencia relacionados con este delicado rubro, lo cual ha trastocado la tranquilidad de quienes aquí vivimos, las preguntas son muy sencillas: ¿Ambos asesinados y cuerpos tirados por los rumbos del domicilio del alcalde Urióstegui son un hecho fortuito…? También son válidas las especulaciones con relación a esos dos cuerpos tirados en las cercanías de su casa, ¿por si son “avisos, mensajes o amenazas” de los criminales por algunos pendientes no cumplidos que pueda tener el alcalde…? ¡Ahí lo dejamos para que los sesudos asesores, analistas y revisores de estas cuestiones, incluyendo al evidenciado exprocurador, hoy alcalde José Luis Urióstegui Salgado para que saquen sus conclusiones y a su vez, si no le sacan al escabroso asunto, darlas a conocer…! ¡Estaremos al pendiente!
¡Hasta mañana que será un día más!