Por distintos espacios del Estado de Morelos, salvo algunos municipios más o menos tranquilos que no lo son del todo, la delincuencia de todos los niveles se encuentra desatada, pues lo mismo los del llamado crimen organizado con sus traficantes, más los asaltantes pueblerinos, barrieros y de ciudad, por los rateros y raterillos de toda laya, un día sí y otro también “nos mantienen a raya” y con el “Jesús en la boca”, pidiéndole a Dios no ser embatidos, amagados, violentados o exterminados por alguno de ellos... Los traficantes hacen de las suyas en “los altos niveles” de la delincuencia, para disputarse lo que en su argot criminal llaman “Las Plazas” y por ello, realizar sus acciones destructivas para controlarlas y tener a su alcance mujeres para la prostitución y gente para la extracción de órganos humanos, ya que este mercado cuenta con un potencial interminable por la compra-venta de las partes que se extirpen a los vivos o muertos, mismos que son expendidas al mejor postor en el “Mercado Negro”... Al tráfico criminal se deben agregar el mercado de las drogas de todo tipo, que van desde la simple marihuana que ya casi resulta legal, hasta las alcalinas y anfetaminas, todas dañinas pues unas u otras dejan afectados, enfermos, locos y muertos por millones, a sabiendas de los que movilizan este tipo de enervantes, a los que ellos mismos están expuestos como esclavos de su consumo y tener que enfrentar sus guerras con enemigos para terminar casi todos ellos a temprana edad, encarcelados, enfermos o muertos, pues así es el llamado “negocio de las drogas”, que no tiene por parte de sus capos e integrantes de los cárteles, ningún miramiento ni acciones de humanidad, conmiseración o piedad, sino sólo la ambición del poder del dinero o la muerte, que son lo único que interesa e importa a quienes mandan en el “imperio negro de las drogas”... Hay muchos más traficantes de objetos y productos como los que se dedican al robo de vehículos, que van desde las simples motocicletas, automóviles, camionetas, embarcaciones y navíos, hasta avionetas, aviones, barcos, furgones y tráileres cargados con todo lo que tengan, para ser desmantelados, destruidos y vendidos también en el “Mercado Negro” de lo robado y en el caso de vehículos, naves y aeronaves, ser utilizados hasta su destrucción para todo tipo de hechos criminales... Más traficantes los hay en casi todas las industrias como las de los medicamentos, cosméticos, aparatos y refacciones de todo tipo; vestuario, calzado, perfumería, relojería, joyería, sistemas computacionales y quién sabe cuánto más... Que lo anterior quede asentado simplemente como antecedente, para advertir a los ingenuos que ahora han aparecido los vivos y vivillos que ofrecen fuentes de trabajo en el extranjero, que sólo es para llevarlos a ellas y ellos, como carne fresca para la prostitución o quitarles órganos vitales, y a otros tan sólo para sacarles un anticipo económico a cambio del cual tendrán “su” fuente laboral, que nunca les será cumplida... Ojo, la necesidad puede ser muy grande, pero nunca más lista que la torpeza para caer fácilmente en manos de los engatusadores de tonitos... Cada quien pónganse listo y defiéndase como pueda, ya que todos estos males que nos embaten en nuestro tiempo, son tan peligrosos como los de la naturaleza o las enfermedades pandémicas que nos agobian y nos acaban... ¡Ahí se las dejamos!

Por Pablo Rubén Villalobos / pablorubenvillalobosh@hotmail.com

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